Luego de un traslado entre parques nacionales en Kenia, ocho rinocerontes negros murieron por negligencia.
Al tratarse de animales en peligro de extinción, estas muertes han puesto en alerta a las autoridades que aseguran que se investigará cómo ocurrieron los hechos y que serán sancionados los responsables.
Así lo dejó en claro el ministro de Turismo keniata, Najib Balala, quien explicó que las primeras pesquisas dan muestras de negligencia en el transporte y adecuación al nuevo hábitat de los animales.
Perseguidos por los cazadores furtivos, para la venta de sus cuernos (en Asia se considera que contienen poderes afrodisiacos), los rinocerontes son protegidos en las reservas naturales. Sin embargo al llegar al parque nacional de Tsavo, murieron envenenados, presumiblemente por el consumo de agua salobre.
El gobierno decidió detener el resto de traslados previstos y aseguró que extremarán las medidas de seguridad para cuidar los pocos especímenes que quedan, tanto de los rinocerontes negros, como de los blancos en el país.
Desde los años 90 hasta la fecha se ha conseguido duplicar la cifra de estos animales en todo el continente africano, donde se calcula que hay unos 4.800. Aunque algunas de las subespecies se han dado por extinguidas en los últimos años.