La prohibición afecta al uso, manufactura e importación de plásticos, e impone una sanción mínima de $19.000 o un año de prisión, según el gobierno de Kenia. La ley contempla excepciones a la producción de bolsas de plástico con fines industriales.
Camerún, Guinea-Bissau, Mali, Tanzania, Uganda, Etiopía, Mauritania y Malawi están entre los países que han adoptado estas prohibiciones.
Las bolsas de compras de plástico fino abarrotan las calles de la capital keniata, Nairobi, y en los vertederos han creado enormes montañas.
Los fabricantes han dicho que la prohibición destruirá empleos, pero la Ministra de Medio Ambiente, Judi Wakhungu, afirmó la semana pasada que se crearán más empleos en la fabricación de bolsas con materiales respetuosos con el medio ambiente.
Cada año se reparten unos 100 millones de bolsas de plástico sólo en los supermercados de Kenia, según el Programa Medioambiental de Naciones Unidas. El gobierno afirma que estas bolsas dañan el medio ambiente, bloquean cañerías y no se descomponen.
Según Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA o UNEP en inglés), las bolsas de plástico contribuyen a las 8 millones de toneladas de plástico que se filtran al océano cada año. A la tasa actual, para 2050 habrá más plástico que peces en los océanos.
(20 Minutos)
Escrito por: Katty Calahorrano