Por orden de Julio Bueno, asesor presidencial, los equipos de uso delicado pasarán a funcionar en Presidencia.
Punto Noticias: Ivette Celi ex Directora del MuNa ha manifestado que se encuentra preocupada ya que aún no se conoce ¿Cuál es la herramienta legal con la que se hace este traspaso? señala que debería previamente existir un convenio con fecha de inicio y fin para el préstamo o la donación de los equipos del museo.
Los equipos tecnológicos que se encuentran en el Museo Nacional de la Casa de la Cultura fueron trasladados a la Presidencia de la República este viernes 14 de febrero, dejando al museo sin estos equipos que fueron adquiridos con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo.
Ivette Celi mediante entrevista telefónica para este medio, afirmó que estos equipos son delicados, «un foco cuesta 3.000 (tres mil) dolares y no los puedes conectar en el enchufe de tu casa, son luces especiales las que se han llevado» además dijo que «con estos actos se están vulnerando los derechos culturales de la ciudadanía, ya que este museo fue inaugurado por el Presidente de la República y en este se expresaban: diversidades culturales, étnicas y sexuales existentes en nuestro país, además visibilizada las tensiones y conflictos sobre la sociedad, material de archivo que ahora no sabemos que va a pasar»
Este 14 de febrero de 2020 a través de un Boletín de Prensa la Ex Directora del Museo Nacional ha socializado una comunicación sobre estos hechos, que adjuntamos a continuación.
A dos años de su reapertura, desmantelan el MuNA
La apertura del Museo Nacional del Ecuador, MuNa, en 2018 -después de 3 años de permanecer cerrado debido a que sus instalaciones fueron desmanteladas para ser usadas en el Hábitat III-, además de implicar la construcción de un renovado relato museal en el que participaron alrededor de 500 especialistas ecuatorianos-, sumó la inversión de más de 1 millón y medio de dólares (préstamo BID) para dotar de la infraestructura arquitectónica, técnica y tecnológica necesaria.
El nuevo relato propuesto en su apertura apostó por mostrar a una nación en construcción que ponía en diálogo las tensiones de la construcción de lo nacional y las demandas de sectores excluidos de dicho relato, así como las luchas sociales que han sorteado para ser incluidos.
Hacer visible, palpable, digerible este relato implicó, entre otras cosas, dotar de una serie de recursos y dispositivos lúdicos, educativos, museográficos de última generación en los más de 5.000 metros cuadrados que conforman el MuNa.
Para ello, por ejemplo, se dotó al museo de una pantalla de proyección dual de 360 grados y 8 metros de diámetro en forma de anillo, 6 pantallas de video full HD y campanas de audio direccional, 1 audioguía virtual, 9 pantallas táctiles y con contenido diverso como: reconstrucciones 3D de piezas arqueológicas; líneas de tiempo interactivas para conocer, por ejemplo, la historia del Banco Central del Ecuador; y la producción musical ecuatoriana, entre otras…
A casi dos años de apertura del MuNa, varios de los recursos ya no están. Es el caso de la pantalla de proyección dual de 360 grados que lleva o más bien llevaba al visitante por una experiencia inmersiva sobre las identidades que conforman lo que hoy es Ecuador. Este recurso era la puerta que invitaba al visitante a la experiencia de la que hablamos.
Las implicaciones del desmantelamiento del MuNa ponen sobre el tapete al menos 4 temas: Uno, los recursos públicos asignados al MuNa no están siendo usados para el objetivo para el que fueron dispuestos. Dos: eliminar la pantalla de video de 360 grados y sus complementos (cuyo costo es cerca 250 mil dólares) implica eliminar una pieza que proponía una entrada crítica al tema de las identidades diversas, muchas excluidas del relato nacional: indígenas, rockeros, negros, diversidades sexo genéricas, mujeres…
Tres, este desmantelamiento se suma a la crisis de las reservas de la Colección Nacional que se encuentran en el edificio Aranjuez y que fue motivo de denuncias en las últimas semanas. A propósito, cabe recordar que el Museo Nacional del Ecuador es responsable de los bienes de la Colección Nacional; y, como dice la Ley Orgánica de Cultura y su reglamento, la Colección Nacional que se encuentra en exposición y reserva es una sola -además de ser indivisible, inalienable e imprescriptible-.
Cuatro, la respuesta de ciudadanía al nuevo relato museal del MuNa evidenció que la propuesta estaba dando frutos: desde su reapertura (mayo 2018) hasta julio de 2019 el museo registró cerca de 160 mil visitantes -es decir, alrededor de 400 visitantes diarios- y más del 80 por ciento de ellos fueron ecuatorianos.
Lo dicho provoca unas cuantas preguntas obvias: ¿Quién pagará en tiempos de “austeridad” el alto costo que implica la calibración de la pantalla de proyección desmantelada? ¿Se puede disponer de recursos públicos en calidad de “préstamo” para fines diferentes para los que fueron creados? ¿Dónde está quien debe “controlar los recursos públicos para precautelar su uso eficiente, en beneficio de la sociedad”? ¿Por qué desmantelar el museo más visitado del país? (C.D.A.)
FUENTE: Boletín de Prensa