El país venía acarreando crisis que además de no ser resueltas, son abandonadas. La ciudadanía considera que ni siquiera lo fundamental está siendo atendido, agregó.
Paulina Recalde, directora Ejecutiva de Perfiles de Opinión, detalló el resultado de 617 encuestas llevadas a cabo en Quito y Guayaquil a hombres y mujeres de entre 18 y 65 años. La misma revela que solo la quinta parte cree en la palabra del presidente de la República, Guillermo Lasso.
Gestión (inició la gestión con un 74% de aprobación, al mes de abril llega con el 31%)
Buena 2%
Muy buena 29%
Mala 48%
Muy mala 18%
El resto no responde
Credibilidad (inició la gestión con 68% y a abril llega al 21%)
21% sí cree en su palabra
74% no le cree
Explicó que en este caso se nota que en Quito ha caído tanto la calificación de su gestión como su credibilidad, lo que quiere decir que cuando el mandatario sale en medios de comunicación a anunciar una medida o una decisión, solo la quinta parte le cree.
Manifestó que estos datos demuestra que la población no ve gestión y que el proceso exitoso de vacunación ya no alcanza frente los problemas que la población ya venía arrastrando como es crisis económica, desempleo, crisis sanitaria y ahora se suma la inseguridad y la mala calidad de los servicios básicos.
“Hoy sucede que hay condiciones que retrocedieron 30 años atrás por las condiciones de servicios o públicos”.
Detalló que al conectar esta percepción con las promesas de campaña, también existe un descontento cuando no se la venta del avión presidencial, la oferta de un ingreso fijo para las amas de casa, la eliminación de la Senescyt o el examen de ingreso a las universidades.
Puntualizó que no se trata únicamente de no haber resuelto los problemas que se venía arrastrando desde la gestión de Lenín Moreno sino que también hay abandono: “La ciudadanía considera que ni siquiera lo fundamental está siendo atendido”.
Criticó que en este contexto el Gobierno haya dedicado su primer año a la pugna política donde también es difícil entenderlo: “Porque hasta en eso ha sido errático, hablando muy tempranamente de muerte cruzada y ahora diciendo que no mejoraría la situación del país”.
De otro lado, el vicepresidente de la República, Alfredo Borrero, tiene una cuarta parte de aprobación, entró a la gestión con el 67% y ahora llega al 25%.