Editorial de Radio Pichincha
Se han pasado denigrando los avances económicos, sociales, productivos e institucionales de la década pasada, pero a la hora de gobernar hacen todo lo contrario. Y eso, además, bien machacado por los medios y periodistas más gobiernistas que nunca.
Incluso, un denunciólogo, que funge de asambleísta y se dice periodista, ha denunciado supuestas irregularidades en las hidroeléctricas, pero ahora que nos ha tocado importar energía eléctrica desde Colombia se queda callado y la mafia mediática no dice ni pío.
Para los que no sabían:
La importación de energía de Colombia está al máximo. Hemos comprado solo en diciembre unos 5.255 megavatios por hora de los 5.530 que puede vender el vecino país. En otras palabras, compramos casi todo lo que Colombia puede vender. Todo lo contrario de lo que pasaba en los años 2015, 2016 y 2017. Y a eso nunca le dieron crédito ni aplaudieron.
Dirán que la sequía y otras razones bastante flojas para justificar lo injustificable. Pero precisamente para eso eran las hidroeléctricas y las presas. El sentido común lo indicaba. Y así como se encargan de denigrar nuestro país y con eso quieren que venga el turismo y la inversión extranjera, entonces hicieron de todo para paralizar el desarrollo eléctrico del Ecuador.
Y siempre cabe la pregunta: ¿quiénes se benefician de todo esto? ¿Hay empresarios, negociantes y algunos allegados a los ministerios del ramo interesados en que nos quedemos a oscuras? ¿Querrán retomar las barcazas de las peores épocas neoliberales?
Nadie se sorprendería que vuelvan los apagones generalizados y tengamos a mucha gente haciéndose millonaria con las carencias y urgencias de los demás
Es que para eso llegaron al gobierno los empresarios, los banqueros y los comerciantes. Ya no cabe ninguna duda. Ahora, incluso, se regocijan que ya sea la firma Primax la que importe directamente las gasolinas y no lo haga a través de Petroecuador. Los “ilustres” analistas y supuestos expertos aplauden que ya no sea el Estado la “COMPETENCIA” en los sectores estratégicos, que por mandato constitucional son potestad del Estado.
Sin embargo, en la evaluación del año, el señor Presidente, dirá que todo está mejor, que vivimos en un cuasi paraíso y que tenemos a un mandatario tan, pero tan noble y eficiente, que no dudaríamos en darle otra oportunidad y reelegirlo en el 2025.
Y por si fuera poco ayer cometió otro de esos supuestos desatinos al decir que vetó totalmente la derogatoria de la ley tributaria porque, según él, con eso la Asamblea quería reducir los ingresos para combatir la inseguridad y la desnutrición infantil.
¿Se oyó bien? Sí, así mismito. Entonces con la plata que recaudó este año, con esa misma ley ¿por qué no combatió la inseguridad y redujo la desnutrición infantil? Las verdades a medias siempre serán GRANDES MENTIRAS para quienes nos creen tontos o ilusos. SEÑOR PRESIDENTE NO MIENTA POR FAVOR, NO INSULTE NUESTRA INTELIGENCIA. PUNTO.