El chef Colonico pagó para que sus secuestradores lo dejeran en libertad.
Punto Noticias.- El empresario italiano Benny Colonico dio detalles del secuestro que sufrió en Guayaquil. Aún con cierto nerviosismo, afuera de su restaurante “Il Sabore Mío”, relató que el viernes 23 de junio, a las 16:30, se encontraba en su local. Pero cuatro delincuentes llegaron en dos motos y un carro, y lo secuestraron.
Colonico indicó que se entregó sin resistencia, porque no se sabía la reacción de los secuestradores. Así criticó a las personas que insinuaron complicidad y hablaron de “autosecuestro”, porque no se peleó contra los delincuentes.
El empresario de 49 años, que arribó a Guayaquil en marzo de 2020 y decidió invertir su dinero en dos nuevos restaurantes en la urbe, dijo que los secuestradores le encapucharon cerca a la Florida. Luego lo llevaron a una casa.
Para el sábado, Colonico pensó que los criminales acabarían con su vida. “Mis sueños, mis proyectos, mi familia. Fue un momento difícil”, indicó con la voz titilante. Agregó que el domingo lo trasladaron a otro sitio, por Posorja. Lo trasladaron en un carro, cerca de una hora y media. Hasta que olió a playa y mar.
“Amenazaron con cortarme una oreja, cortarme los dedos”. Los secuestradores le exigieron USD 1 millón, luego USD 500 000 y, finalmente, USD 300 000. Él les señaló que no tenía ese dinero. Pero los delincuentes vaciaron sus cuentas y le robaron su reloj.
Angustia
Colonico señaló que cada día miraba la ventana, y pensaba si podría salir solo o alguien lo salvaría. Hasta que el miércoles 28 de junio, en la noche, le dijeron que lo liberarían. Pero pasaban las horas y no lo soltaban. “Estos cambios me asustaron mucho”.
Luego se enteró que la policía mató a un secuestrador, cuando lo iban a liberar y se llenó de temor. Creyó que los delincuentes se vengarían. “Yo pensé, me darán un tiro”, indicó. “La venganza podía pasar en cualquier momento”.
Sin embargo, este mal presentimiento no sucedió. Los secuestradores lo abandonaron en una zona desolada, vía a la costa. Dos días después del hecho, Colonico indicó que continuará con su trabajo en Guayaquil, pero reforzará su seguridad y la de su restaurante con personal privado.