Dirigentes sociales y sindicalistas fueron detenidos a más de un kilómetro y medio del Congreso argentino donde se votaba el presupuesto para el 2019 en medio del caos en las calles de Buenos Aires.
Si bien los disturbios ocasionados en las inmediaciones del Parlamento parecían obra de infiltrados, la policía detuvo a algunos manifestantes claramente elegidos: dirigentes de la organización villera La Poderosa, trabajadores de los Astilleros Río Santiago, periodistas despedidos de la Agencia de Noticias Télam, entre otros.
Un plan de disciplinamiento que comenzó apenas pasado el mediodía en Buenos Aires y que buscaba desalentar la llegada masiva de manifestantes en las horas de la tarde.
Varios diputados salieron a la calle para intentar frenar la represión y fueron agredidos con especial ensañamiento. Ya en el recinto se intentó suspender la sesión al cuestionarse las pocas garantías democráticas existentes.
El oficialismo defendió todo el tiempo la obligación de aprobar el presupuesto en la fecha indicada por el Fondo Monetario Internacional y el debate se extendió durante toda la noche y se espera que se resuelva en la mañana de hoy.
El presupuesto establece metas de déficit cero para las cuales se han forzado las previsiones para el año próximo y se han establecido recortes en todas las partidas sociales para poder hacer frente a los intereses de deuda, tomados por el propio gobierno. El recrudecimiento de la represión no augura más que máxima tensión de cara a la cumbre del G20 que tendrá lugar a fines de noviembre en la capital argentina.