A la escalada de atentados terroristas que ocurren a lo largo y ancho del planeta, se ha sumado una nueva modalidad que son los ataques perpetrados por “lobos solitarios” o “a la desesperada”, lo cual hace mucho más difícil su prevención.
El Estado Islámico ha demostrado no tener inconveniente en reivindicar cualquier monstruosidad y dar cobertura de “terrorismo islámico” a todos los ataques, quedará por demostrarse la verdadera relación y organicidad de estos asesinatos masivos.
El sábado por la mañana un hombre vestido de negro y encapuchado recorrió las calles de Surgut, hiriendo a siete personas con arma blanca, hasta que fue matado por las fuerzas de seguridad.
Las autoridades rusas comunicaron estar investigando en profundidad la relación entre el “terrorista” y el Estados Islámico, que reivindicó el ataque como propio, a través de la agencia propagandística Amaq, en la que definen al atacante de Rusia, como un soldado del EI.
El joven abatido, tenía 19 años y se busca encontrar las circunstancias y “los motivos de sus acciones”, dijo Alexander Bastrykin, responsable del Comité de Investigación, la instancia que se ocupa de los grandes casos criminales del país.
Surgut se encuentra a más de dos mil kilómetros de la capital, Moscú, y el padre del joven provenía de la región musulmana de Daguestán.
Las imágenes de video de la persecución del atacante escapando de la policía, hasta ser herido de un tiro en la cabeza han circulado por las redes sociales estremeciendo a la opinión pública.
Una de las víctimas se encuentra en estado grave.