El viernes de la semana pasada, tras la masiva movilización exigiendo al gobierno que se haga cargo de la búsqueda de Santiago Maldonado y deje de encubrir su desaparición forzada, un grupo de 20 o 30 desconocidos llegaron a la plaza encapuchados, voltearon las vallas que separaban a los pocos manifestantes que todavía quedaban en la Plaza de Mayo y la policía.
Volaron algunas piedras y la policía comenzó un procedimiento represivo contra todas las personas que encontraran a su paso.
Al no obtener una respuesta violenta de los pacíficos manifestantes, un grupo de inadaptados prendió fuego algunos contenedores de basura y siguieron provocando a la policía. Del mismo grupo de violentos aparecieron policías que se pusieron a resguardo detrás de los escudos policiales y desde allí señalaban a las personas que debían ser detenidas.
Mariano Przybylski, abogado de uno de los 31 detenidos por la Policía de la Ciudad, habló sobre los hechos de violencia institucional y explicó: “se está viendo en las filmaciones, se está investigando, y se va a tener que investigar quiénes eran estas 20, 30 personas, que se gritaban códigos entre sí, que nadie conoce, que estaban todos iguales, pero que no corresponden a ninguna organización política, no corresponden a nadie identificable».
El abogado aseguró que “los 31 detenidos, que después de la terrible incomunicación ilegal que tuvieron, pudimos conversar con ellos finalmente en los juzgados de Comodoro Py, y hablando con los abogados que los representan, ninguna de las 31 personas estuvieron en el momento de los hechos, de estos hechos que se los acusan, que es el derribo de las vallas, lanzar bombas molotov, piedras, ninguno estuvo en la Plaza de Mayo en ese momento”.
El letrado denunció los maltratos recibidos por su defendido, pero también por el resto de detenidos, incluso siendo amenazados con ser “los próximos desaparecidos”.
“Toda esta violencia por parte de la policía tiene la intención de aleccionar, tiene la intención de intimidar, sin duda tiene la intención de que muchos jóvenes lo piensen más de una vez antes de ir a una marcha política, una marcha por una reivindicación. Estamos en un Gobierno que está recortando derechos, que está recortando libertades y que necesita reprimir las manifestaciones sociales y las manifestaciones públicas”, expresó Przybylski, quien confía que por la falta de pruebas, todos deben ser sobreseídos en lo inmediato.