Los testimonios en el norte de Afganistán, dan cuenta de ataques aéreos de las fuerzas estadounidenses que causaron la muerte de decenas de civiles en la provincia de Kunduz.
Desde el viernes y durante el fin de semana tres poblaciones advirtieron de estos ataques dirigidos contra la población civil y denuncian que las fuerzas de seguridad afganas no les han dejado acceder a los sitios atacados para recoger los cadáveres de sus parientes. A su vez, esto impide dar cuenta exacta de las personas que fueron asesinadas.
Un miembro del consejo provincial dijo que habían muerto alrededor de 55 civiles, mientras que un rescatista afgano calculó al menos 40, citaba Democracy Now!
Dos días antes del ataque, Kabul había sido nuevamente el escenario de un ataque letal realizado con un camión cisterna que mató a 15 personas e hirió a decenas, ya que un autobús se prendió fuego con el ataque terrorista. También coincide con la masacre cometida en Nueva York con el conductor que arrolló varias personas y dijo seguir órdenes del Estado Islámico.
Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad del atentado en Kabul. Sin embargo las tropas estadounidenses sostienen desde hace 15 años una supuesta guerra contra el terrorismo en Afganistán, que se ha convertido en la más larga de la historia estadounidense.
El presidente norteamericano Donald Trump ha decidido recrudecer los enfrentamientos y le ha pedido a sus militares que le presenten un plan para erradicar al Estado Islámico de la faz de la Tierra.