Jonhson ha aceptado renunciar al liderazgo de los conservadores, pero pretende permanecer en el cargo de jefe del Gobierno hasta que el partido elija a un nuevo líder.
«Está claro que ahora la voluntad del Partido Conservador parlamentario es que haya un nuevo líder del partido y, por tanto, un nuevo primer ministro», afirmó ante la sede de la jefatura de Gobierno en el 10 de Downing Street.
La dimisión de Johnson da paso a un concurso de liderazgo entre los diputados del partido cuyo cronograma será anunciado la semana próxima, y podría culminar en octubre, cuando los tories tienen previsto celebrar su conferencia anual.
La posibilidad de que el primer ministro dimitente se mantenga en el poder hasta el otoño es rechazada por la oposición política en el Parlamento y pocos legisladores conservadores, que prefieren que abandone de inmediato la jefatura del gobierno.
El líder laborista Keir Starmer ya anunció que presentará una moción de censura en el Parlamento si Johnson insiste en permanecer en su despacho, una advertencia que fue respaldada por los liberales demócratas y otros partidos opositores.
En opinión de Starmer, quien aseguró estar listo para unas elecciones generales, no tiene sentido alguno que su némesis política siga aferrado al poder después de un mandato caracterizado por la mentira, el fraude y el caos.
Su propio partido llegó finalmente a la conclusión de que no tiene condiciones para ser primer ministro, y los laboristas presentarán una moción de censura si los ´tories´ no se deshacen de él, recalcó.
La rebelión que dio al traste con la carrera política de Johnson tuvo como antecedente varios escándalos recientes, como el provocado por las fiestas ilegales celebradas en su despacho durante la cuarentena por la pandemia de Covid-19.
Boris Johnson inició sus labores como primer ministro del Reino Unido el 24 de julio de 2019 y de concretarse su salida, protagonizará una de las estancias más cortas en la jefatura del Gobierno desde 1900.
Prensa Latina, teleSUR