Editorial de Radio Pichincha
La votación en la Asamblea, quizá simbólica, da cuenta de una realidad: el presidente, ya no el candidato, Guillermo Lasso tiene unas responsabilidades constitucionales concretas de las cuales no se puede hacer el loco.
Por ejemplo: el cumplimiento del Plan de Gobierno no es una opción, una tarea menor o algo sobre lo que tiene que barajarse. Es una obligación constitucional y por lo tanto, más allá de los 103 votos de los legisladores, tiene que hacerlo, debe llevar unas estadísticas, unas métricas y unas calificaciones sobre su gestión.
¿No hacen eso los banqueros o los empresarios en sus negocios? ¿Qué haría el banquero Guillermo Lasso si uno de sus gerentes no cumple con las metas establecidas en su plan de negocios del año? ¿Lo premia? ¿Lo disculpa y le aumenta el sueldo? No, para nada. De hecho, muchos de sus antiguos colaborades conocen de cerca el modo perverso con empleados y colaboradores cercanos cuando no hicieron lo que les ordenó.
Y ahora, parecería que le importa un bledo la fiscalización, la rendición de cuentas y el cumplimiento de la Constitución. Es más, desde su ministerio de Gobierno amenaza, otra vez, con la muerte cruzada a una Asamblea que tampoco goza de un prestigio, pero al fin de cuentas debe cumplir también con su obligación constitucional: FISCALIZAR.
Por si fuera poco, un comunicado del gobierno perdona al comandante de la Policía, bajo el criterio de que “Gobernar es decidir y saber rectificar cuando corresponde”. Primero le pone un plazo, le amenaza con sacarlo del cargo y ahora lo perdona, SIN QUE HAYA CUMPLIDO CON LA ORDEN DE DAR CON EL FEMICIDA, el teniente Germán Cáceres. ¿Cómo se entiende tanta equivocación en tan poco tiempo?
Entonces, no cumple con el plan de gobierno, ordena botar a dos generales y ellos siguen ahí, le pone un plazo al Comandante de la Policía, no encuentran al criminal y el responsable de capturarle recibe un perdón. ¿Eso no merece un juicio político?
A ello se suma que, en su afán de marketing, de la peor calaña, ahora ofrece llevar a los niños a Qatar. Parecería que con eso va a justificar su viaje al Mundial de Fútbol, sin ningún mérito ni tampoco porque su presencia no nos representa del todo bien a todos los ecuatorianos y ecuatorianas.
¿EN QUÉ PAÍS DEL PLANETA LE PERDONARÍAN AL MANDATARIO SIETE CARNICERÍAS CARCELARIAS CON 400 ASESINADOS EN CENTROS PENITENCIARIOS BAJO CONTROL ESTATAL? ¿60 NIÑOS MUEREN POR FALTA DE ATENCIÓN AL CÁNCER Y TODOS SEGUIMOS COMO SI NADA?
No nos cabe dudas de que Lasso ha sumado tantos errores, tantas promesas incumplidas, un manejo desastroso de la economía, calamitoso de la seguridad y una pobre administración estatal con unos índices de gestión muy por debajo de lo que cualquier gerente esperaría de sus subalternos.
Entonces, están dadas las condiciones para un juicio político, que en democracia es tan legítimo como la muerte cruzada con la que tantas veces amenaza Lasso a la Asamblea. ¿O vamos a esperar tres años para que entregue un país hecho trizas? PUNTO.