Una enorme X de más de un kilómetro de largo, señalando la marca que se debería escribir en el casillero aprobatorio del referéndum independentista de Cataluña, fue una de las tantas señales registradas durante este lunes.
La Diada de Catalunya, es la fecha nacional de la comunidad autónoma que busca decidir en octubre a través de un plebiscito si mantenerse unida a España o ser independiente.
Miles de catalanes de todas las edades salieron a las calles de sus ciudades con banderas independentistas y con la firma de decisión de votar, diga lo que diga el gobierno central. Muchas pancartas eran explícitas “Adéu Espanya” (adiós España).
“Nos tenemos que declarar insumisos a todos los tribunales y leyes que sólo buscan preservar la indivisibilidad de su patria”, fue el llamamiento desde la Asamblea Nacional Catalana, la organización que coordinará el referendo del 1º de octubre.
Si bien se trata de un referéndum no vinculante, ya que el Tribunal Constitucional lo declaró ilegal y el presidente Mariano Rajoy aseguró que “no habrá referéndum” y que “hará todo lo necesario” para evitarlo, el gobierno catalán asegura tener todo listo y le pidió a la población que presione en aquellos distritos gobernados por partidos opositores al plebiscito, para que también se realice la votación en esos municipios.
La justicia ha allanado algunas imprentas buscando incautar las boletas con las que se iría a realizar el referéndum. En el Reino de España se vive como un escándalo que haya un territorio dispuesto a ser una república y que no rinda pleitesía a una cultura anacrónica y excluyente.
Un sondeo demuestra que más del 70 % de los catalanes quiere que se realice el referéndum, que no es lo mismo que la secesión de España, que cuenta con poco menos del 42 % de apoyo de los electores.