La noche de ayer, viernes 19 de abril del 2024, Daniel Noboa emitió un nuevo decreto de estado de excepción. Pero, no detalla planes ni presupuestos para dejar atrás los apagones.
El martes 16 de abril, el presidente Daniel Noboa le pidió la renuncia a su exministra de Energía, Andrea Arrobo; la acusó de ser cómplice de sabotaje y declaró emergencia en el sistema eléctrico. Anoche, viernes 19, suscribió el decreto 229, que trae un nuevo estado de excepción por la crisis que ha llevado a enfrentar apagones de entre ocho y nueve horas y como consecuencia la suspensión de dos días de clases y de labores, aunque en el mundo real, la ciudadanía buscó la forma de cumplir con sus jornadas de trabajo.
En el decreto 229, Noboa señala que resulta imperativo coordinar la acción de las instituciones públicas, así como movilizar los recursos y servicios necesarios e incluso, en circunstancias particulares, considerar la adquisición de bienes esenciales, para alcanzar los resultados deseados en actividades dirigidas a superar la situación de escasez en la generación de energía eléctrica. No precisa qué hará el Gobierno, en la práctica.
En ese sentido, Andrés Arauz, de la Revolución Ciudadana, cuestiona al régimen: «El Decreto no plantea ni una sola medida técnica de emergencia que aumente la generación o que disminuya la demanda».
El artículo 4 del Decreto 229 confirma que sí se comió su propio cuento. Se tragó sus propias mentiras.
El Decreto no plantea ni una sola medida técnica de emergencia que aumente la generación o que disminuya la demanda.
Nos esperan semanas -quizás meses- de sufrimiento por los… https://t.co/IZOjITX2E1 pic.twitter.com/8kBJP8LIcr
— Andrés Arauz (@ecuarauz) April 20, 2024
En el decreto 229, Noboa advierte que no se puede superar una situación urgente con el régimen constitucional ordinario, siendo necesario contar con régimenes de flujo suficiente de recursos económicos para enfrentar el déficit de energía y garantizar la prestación de servicios. Pero tampoco se expone qué presupuesto hará falta para enfrentar esta emergencia.
«En el contexto social que se vive es necesario respaldar la ejecución de todas aquellas actividades que propendan a garantizar el suministro de energía eléctrica en el país, por lo que ven necesario contar con el contingente de la fuerza pública, para garantizar la seguridad de las instalaciones críticas de infraestructura energética, para prevenir sabotajes, ataques terroristas u otras amenazas que puedan afectar su funcionamiento».
A la abogada Johanna Romero le parece necesario revisar los decretos de excepción de Daniel Noboa, que han llevado a justificar una militarización del país.
A propósito del nuevo decreto de EE, voy a contar y explicar lo que desde la @DDHH_Alianza se advirtió en 2023 a la Comisión de Enmiendas sobre el peligro de la reforma al art. 158 de la Constitución (pregunta A de la Consulta) sobre la complementariedad de las FFAA.
— Johanna Romero (@jromero1684) April 20, 2024
Por su lado, el abogado Mauro Andino Reinoso no comprende cómo el estado de excepción resolverá la falta de planificación, gestión y acción para el mantenimiento de la infraestructura y generación de energía eléctrica en el país.
En el gobierno de Guillermo Lasso, desde el viernes 27 de octubre de 2023, los cortes de luz empezaron a afectar al Ecuador. Ya se criticó la falta de gestión para evitar volver a los apagones, que hicieron que los abuelos y padres recuerden la hora de Sixto, es decir lo que vivieron hace 30 años. La crisis energética afectó de 1992 a 1993, y en 1995.
También Mauro Andino critica que en el decreto 229 se mencione que, la medida busca prevenir ataques terroristas o sabotaje.
«No aportan ningún hecho concreto que permita demostrar lo que se afirma. Es decir, puros supuestos e imaginación, sin ninguna evidencia factual. Podríamos concluir entonces, que, en el fondo lo que se busca es continuar con la militarización de la sociedad y desmovilizar cualquier disidencia o discrepancia pública, bajo la amenaza latente de que cualquier ciudadano o colectivo sea considerado objetivo militar o enemigo del Estado».
Andino pide tomar en cuenta que se decreta estado de excepción a menos de 48 horas de un proceso electoral, en el que «Daniel Noboa se juega su capital y legitimidad política cada vez más venida a menos».