Un estudio, desarrollado por Child Fund, World Vision y Kindernothilfe KNH, describe el estado de situación de niñez y adolescencia en Ecuador.
Entre los factores no asociados al aprendizaje, pero que inciden en él consta el apoyo de los padres a los estudiantes. Niños, niñas y adolescentes necesitan un acompañamiento, para hacer tareas y revisar la materia, también para leer, en sus hogares. Eso repercute en el aprovechamiento y en los logros educativos. Pero, ¿cuánto influye que padres y madres hayan ido a la escuela y al colegio?
En el estudio ‘Ecuador: niñez y adolescencia en 360°: Estado de Situación sobre Niñez y Adolescencia en el Ecuador’ se analiza el peso del nivel de escolaridad de padres y madres de familia. Si ellos no brindan los conocimientos suficientes, este acompañamiento será poco efectivo, concluyen.
Asimismo, en el estudio se señala que es importante diferenciar entre los niveles de escolaridad del padre y
la madre. En los hogares, en donde niños, niñas y adolescentes cuentan con ambos progenitores, la madre es quien más acompaña en los procesos educativos. Esto porque en la sociedad ecuatoriana aún, las mujeres aún están más a cargo de las labores de cuidado.
Los investigadores han detectado un crecimiento de los hogares monoparentales, en donde la madre asume
el cuidado de los niños, niñas y adolescentes, de los estudiantes.
Entre las conclusiones del estudio se indica que mientras más años tienen los niños, niñas y adolescentes, menor es el promedio de estudios de padres y madres. Los años de escolaridad, dicen, no han cambiado profundamente en las últimas décadas.
Algunas provincias presentan un nivel de escolaridad de padres más alta que el promedio nacional, sin embargo, parecería no impactar en otros indicadores pues mantienen problemas de pobreza y de déficit en el acceso a servicios.
En ‘Ecuador: niñez y adolescencia en 360°se concluye también que el hecho de que padres y madres no hayan completado con los niveles obligatorios afecta en varios sentidos, no solo en el acompañamiento escolar al no contar con los conocimientos para ello, también en la valoración social de la educación.
En muchos casos, dicen los investigadores, las necesidades apremiantes de las familias provocarán que niños y adolescentes se vinculen rápidamente al mercado laboral o que apoyen en tareas productivas de las familias, en detrimento del tiempo dedicado a su educación.
En un monitoreo de Unicef, desarrollado con el apoyo del Ministerio de Educación, en el 2022, se destaca el rol de los padres de familia.
Al preguntar a los padres y docentes sobre el factor que influye positivamente en el aprendizaje de los niños, el 60% de los padres de familia afirmó que sus hijos aprenden más cuando el ambiente familiar es tranquilo.
Los profesores coincidieron con esta percepción. Más del 50% consideró que el apoyo en el hogar es el principal determinante para mejorar el desempeño académico. E identificaron a la violencia intrafamiliar como el principal problema para el aprendizaje de los estudiantes, tanto para los niños que están en escuelas privadas (47%), públicas (34%) como rurales (39%).
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