Los excombatientes de las FARC no eluden sus responsabilidades históricas y se presentaron frente a la Jurisdicción Especial de Paz. El gobierno apenas si ha podido cumplir un porcentaje mínimo de lo acordado con los insurgentes en los que era un plan integral de paz para Colombia.
La llegada del nuevo gobierno, con Álvaro Uribe Vélez a la cabeza e Iván Duque ocupando la presidencia pone en peligro la seguridad de todos los implicados y pareciera buscar garantizar la impunidad de los crímenes cometidos por el paramilitarismo y las fuerzas de seguridad.
31 farianos entraron a la Sala de Reconocimiento de Verdad, de Responsabilidad y de determinación de hechos y conductas. Miembros del Estado Mayor y del secretariado de los que eran las fuerzas guerrilleras, hoy convertidas en partido político. El tema era la retención ilegal de personas y la responsabilidad de las FARC.
De acuerdo con investigaciones del Centro Nacional de Memoria Histórica, entre 1970 y 2010 las Farc estuvieron involucradas en 9.447 secuestros; y su autoría se habría confirmado en 3.325 casos.
El primero en enfrentar a los medios y a las juristas fue Rodrigo Londoño, exTimochenko, líder indiscutido de las FARC. Desde la cárcel La Picota “Jesús Santrich” asistió a la citación vía video conferencia. Varios de los comandantes no estuvieron presentes, pero sí sus abogados y alegaron no haber podido presentarse por encontrarse en sitios remotos y por la premura en la que se convocó a esta primera comparecencia.
“Que nadie pueda decir ni escribir jamás, que nuestro partido FARC faltó en lo más mínimo a los compromisos acordados. Esa es nuestra preocupación cotidiana y permanente. Por eso nos hacemos presentes hoy aquí, en atención a lo acordado en el punto 5 sobre víctimas del conflicto, Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que incluye la Jurisdicción Especial para la Paz”, afirmó Londoño, quien además aseguró que “nuestro interés por colaborar con la JEP, por comparecer ante ella, por responder con verdad plena, no puede ser puesto en duda”.
Los medios de comunicación colombianos generan un show mediático y exacerban los ánimos de revancha. Flaco favor le están haciendo al país, ampliando la brecha que aleja a la paz.