El Gobierno usa policías, militares y personas de civil infiltradas generando violencia y provocación en Palo Quemado y Las Naves, denunció el activista.
José Cueva, vocero del Frente Nacional Antiminero, reprochó que el Estado quiera entrar por la fuerza a las comunidades de Palo Quemado en Cotopaxi y de las Naves en Bolívar, para facilitar la explotación minera.
“Este Gobierno está terminando de destruir lo poco que nos queda”, agregó.
El activista informó que a las 10:00 del jueves 27 de julio se realizará un plantón fuera de la Corte Constitucional para exigir una respuesta urgente ante la demanda de inconstitucionalidad que se presentó el pasado 13 de junio en contra del decreto 754 que reforma el reglamento al Código del Ambiente.
El Frente Antiminero y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) denunciaron que el decreto 754 confunde la consulta ambiental con una consulta libre, previa e informada de las nacionalidades, pueblos y comunidades indígenas, regulada en el artículo 57, numeral 7, de la Constitución.
Para la Conaie, el decreto facilita la entrega de licencias ambientales a las compañías mineras transnacionales, cuyas concesiones han sido dadas sin cumplir requisitos de ley, por lo que son ilegales.
“Al ser una consulta de tipo ambiental y popular es un derecho establecido en la Constitución no puede ser regulado en decreto”, destacó José Cueva.
El representante del Frente Antiminero resaltó que ese decreto se tradujo en conflictividad social, sobre todo en zonas como Palo Quemado y las Naves, donde ya existen cinco heridos, denuncias de amedrentamiento y violación a los derechos de los niños y niñas que viven el sector y que han sido registrados por las Fuerzas Armadas, en su intento por permitir el paso a empresas mineras.
“El Gobierno usa policías, militares y personas de civil infiltradas generando violencia y provocación”, acotó.
José Cueva resaltó que tanto en Cotopaxi como en Bolívar la gente vive de la agricultura y la ganadería, por lo que las actividades mineras les significará un impacto en su economía. En Palo Quemado, por ejemplo, la comunidad vive de la producción de lácteos y panela. En Las Naves, en cambio, se siembra el cacao y la naranja.
“La gente está defendiendo su tierra porque saben que la minería es el fin de su actividad económica, porque la minería no convive con actividades agrícolas”, reiteró.