Los integrantes de la Asamblea Nacional del Consejo Nacional de Gobiernos Parroquiales Rurales del Ecuador (CONAGOPARE), conformada por los presidentes de los 823 Gobiernos Parroquiales Rurales, líderes y habitantes del sector rural, se concentrarán en el parque El Arbolito de la ciudad de Quito (junto a la Casa de la Cultura Ecuatoriana), este lunes 4 de septiembre, a partir de las ocho de la mañana.
Seguidamente, avanzarán hasta los exteriores de la Asamblea Nacional, en donde, en la tarima ubicada en la entrada principal, entregarán al Presidente de la Función Legislativa, José Serrano, y a varios asambleístas, la propuesta de reformas para que los Prefectos sean elegidos únicamente por los habitantes del sector rural del país.
El Consejo Nacional de Gobiernos Parroquiales Rurales, CONAGOPARE, plantea una reforma al art. 154 del Código de la Democracia que debe decir: “Las y los prefectos provinciales serán electos por los ciudadanos y ciudadanas electores rurales correspondientes a cada provincia…”.
El argumento es que artículo 129 del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD) establece la competencia de vialidad y señala que al gobierno autónomo descentralizado provincial le corresponde las facultades de planificar, construir y mantener el sistema vial de ámbito provincial, que no incluya las zonas urbanas. Por tanto, se establece la obligatoriedad de construir vías que ayuden a la movilidad de los habitantes de las zonas rurales y generen acceso a centros productivos ubicados en estos sectores.
Al gobierno autónomo descentralizado parroquial rural le corresponde las facultades de planificar y mantener, en coordinación con el gobierno autónomo descentralizado provincial la vialidad parroquial y vecinal.
Sin embargo, no existe el ámbito adecuado para que los ciudadanos del sector rural demanden el cumplimiento de sus derechos frente a los gobiernos provinciales. A su vez, las formas de elección de los prefectos privilegian a los centros urbanos de mayor población, en detrimento de las áreas rurales, por ello, hay disparidad entre el desarrollo de la zona urbana y las áreas rurales.
En tanto, las juntas parroquiales rurales son los gobiernos más cercanos a la comunidad, en donde las políticas públicas se resuelven y ejecutan más cerca de la gente; la comunidad tiene mayor control, información y capacidad de denuncia, por tanto, se alcanzan mejores niveles de coordinación y de cara a la comunidad, lo que favorece los procesos de rendición de cuentas y veeduría social.