No hubo acceso a la información, agregó.
María José Ramírez, doctora en Periodismo y máster en Comunicación Política por la Universidad Complutense de Madrid y exveedora del concurso de frecuencias, señaló que su salida de la veeduría es porque no evidenció ningún proceso de participación ciudadana y además debido a que la adjudicación de frecuencias está en marcha con un calendario definido por el Ministerio de Telecomunicaciones, aunque haya cuestionamientos sobre la premura.
Lamentó que la vedaría haya sido criticada desde un inicio por la Arcotel y la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión Esta (AER), este último con la venia del propio Gobierno pese a que este integrado por actores gremiales que están vinculados a intereses como son las frecuencias.
Indicó que una de sus preocupaciones se centró en la falta de acceso a la información del concurso y los participantes, razón por la cual no se podía avanzar. A ello se suma un comunicado del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social del 13 de julio donde se señala que el alcance de la veeduría no es vinculante.
“Es decir que ni siquiera el CPSCC avala la veeduría, por lo que si encontrábamos alguna irregularidad, eso no era vinculante”.