No solo cambió de presidente Cuba, con el nombramiento de Miguel Díaz-Canel, sino que también se vivió una fuerte renovación en el Consejo de Estado, donde se incorporaron 23 miembros, 15 de los cuales son mujeres y 11 lo conformarán por primera vez.
Pero también la Asamblea Nacional del Poder Popular, el parlamento cubano, se ha regenerado al alcanzar 322 mujeres de los 605 miembros, el 53,2 %, mostrando un nuevo paradigma para la revolución permanente.
Hace un tiempo habíamos publicado aquí que Bolivia se convertía en el segundo país del mundo con más mujeres en el Parlamento. Con la llegada de las nuevas asambleístas cubanas, votadas el 11 de marzo, Cuba los supera y solo queda por detrás de Ruanda, hasta ahora imbatible con su 61,3 % de mujeres en el Parlamento.
Otro hecho a resaltar es que se trate de mujeres de diferentes procedencias y la mitad de ellas, delegadas de base, electas en los barrios en reuniones de vecinos.
El recambio generacional se vive de forma fuerte, con la llegada de un presidente nacido ya en la Patria socialista, en 1960 y con una participación juvenil sin precedentes. Cuba ya no va a ser lo mismo, pero tampoco se va a alejar de sus pilares fundamentales.