Según la Contraloría, de los centros de acopio han desaparecido más de 220 toneladas de rocas que contienen oro y plata.
Punto Noticias.- En Imbabura es un secreto a voces que el material mineralizado incautado a los mineros ilegales desaparece de las bodegas estatales. Situación que ha motivado la intervención de la Contraloría General del Estado.
El ente de control documenta este problema en un informe con indicios de responsabilidad penal.
Según la auditoría, en los centros de acopio han desaparecido -en los últimos cuatro años- 228,24 toneladas de rocas que contienen gran cantidad de oro y plata.
Diario Expreso recogió que el estudio del Instituto de Investigación Geológico y Energético estimó que esas toneladas perdidas contenían 706,25 onzas de oro. Conforme el precio del oro, al 31 de agosto de 2020, el valor referencial era de USD 1’382.378.
Dentro de las bodegas de Ibarra, la agencia tenía bajo su custodia 2.021,64 toneladas de material aurífero, hasta agosto de 2020. Un informe técnico de la Dirección de Control Minero señaló que para el 29 de abril de 2021 lo hallado era de 1.793 toneladas, sin que hasta este año se conozca el destino y uso del material.
El pasado 25 de septiembre, dos camiones cargados de rocas con oro salieron de las bodegas de la Agencia de Regulación y Control de Energía de Ibarra sin custodia militar. Sin embargo, cuando los conductores se percataron que una patrulla los seguía aceleraron y trataron de huir.
Los policías a cargo del operativo les solicitaron los documentos que autorizaban el traslado del material, pero no pudieron hacerlo, al menos, por ese momento porque media hora después los sospechosos consiguieron una serie de papeles para justificar el movimiento de carga. Incluso, un grupo de personas agredió a los policías y trató de llevarse el oro que provendría especialmente de la mina de Buenos Aires.
Esta serie de irregularidades serían investigadas por la Fiscalía, sobre todo, por alteración de evidencia.
La denuncia agrega que el robo de material ocurre en complicidad con los guardias de las bodegas y elementos activos y pasivos de la Policía, quienes habrían cobrado para permitir la salida de los sacos de las bodegas.