Cree que podría haber presiones políticas externas para que se tome esta medida.
Punto Noticias. José Serrano, docente de la Universidad Ikiam, denunció lo que llamó intento de debilitar a la Universidad Regional Amazónica, con la intención de desvincular, de manera injustificada, a 77 catedráticos ocasionales, hace unas semanas.
La justificación por parte de las autoridades de Ikiam para el despido de los profesores, según Serrano, es que concluyó la vigencia de los contratos. Advirtió sobre las graves consecuencias que traería una desvinculación de tal magnitud, de golpe.
“El hecho de que salga tanta gente significa 105 tesis en desarrollo que quedan suspendidas; se caen en el limbo, a riesgo de perderse. Se pierde el equipo que realiza las pruebas PCR en la Amazonía, que ha efectuado cuatro mil pruebas y se planificó otras cuatro mil para fin de mes. Existen 45 proyectos de investigación, de los cuales 20 tienen financiamiento internacional y 13 nacional, que hubieran quedado en el limbo, hubieran demorado, provocando multas”, advirtió.
Comentó que también los docentes ocasionales trabajan en proyectos de vinculación, con el Ministerio del Ambiente y Agua, para el manejo de flores, fauna, rescate animal; en el proyecto Geoparque Zumaco, para postular su reconocimiento ante la Unesco, que es un imán para el turismo internacional, que se puede perder.
También hay proyectos de desarrollo sostenible, con alrededor de 12 organizaciones no gubernamentales (ONG), entre nacionales e internacionales. “La justificación de que se acabó el contrato se queda corta ante todos los problemas que significaría nuestra salida”, señaló.
Serrano manifiesta que podría pensarse que hay presiones políticas para que la Comisión de intervención de Ikiam tome la decisión de despedir a los 77 maestros ocasionales. Recordó que esta comisión interventora llegó a la universidad ante la imposibilidad de elegir a un rector, por votación, con el fin de ayudar a que cumpla el plan de institucionalización.
La desvinculación de los docentes no solo debilitaría en el ámbito académico a Ikiam, sino en el plano económico, porque hay profesores que trabajan por siete años, que significaría costos de liquidación altos, previene.
Deploró que la falta de conocimiento sobre las actividades y labores que cumplen los maestros ocasionales haya provocado, en redes sociales, narrativas y pronunciamientos malintencionados y con tintes discriminatorios, inclusive.