La empresa Metropolitana hizo una convocatoria de 228 plazas de empleo para ayudante de recolección de basura y servicios de aseo
El drama del desempleo en Quito se evidenció desde la madrugada de este jueves 14 de julio en las afueras de las instalaciones de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo), donde miles de personas se volcaron e incluso a pernoctar la noche para conseguir un puesto más cercano a la entidad para poder dejar su hoja de vida.
Hombres y mujeres de todas las edades hicieron largas filas a lo largo de la occidental, al punto que de ocupar un puente que atraviesa la calle principal, esto para poder aplicar a una de las 228 plazas de empleo para ayudante de recolección de basura y servicios de aseo.
En la página de Emaseo se informa que las personas pueden postular hasta el viernes 15 de julio de 08:30 a 16:30, sin embargo debido a la gran acogida que tuvo por parte de la ciudadanía, el personal administrativo instaló carpas y mesas para atender con mayor agilidad y receptar carpetas, aunque los interesados también podían aplicar al correo electrónico seleccionth@emaseo.gob.ec
Se trata de un concurso de Méritos y Oposición a los que también aplicarán los trabajadores que ya están en Emaseo con contrato y que podrían adquirir nombramiento: “No son vacantes, sino únicamente, se cubre la necesidad de contar con personal permanente”.
La empresa explica que el valor solo para este concurso de agosto hasta diciembre del 2022, es de aproximadamente 900 mil dólares, que incluye sueldo, beneficios de Ley, subsidios y horas extras. Para un año entero son casi 2 millones de dólares.
Angie Toapanta, abogada y coordinadora Ejecutiva del Centro de Investigación del Derecho al Trabajo, señaló que si bien existe una tasa de desempleo que llega al 3.7% a mayo de este año, se debe tomar en cuenta que hay quienes están en el subempleo y que no logran cubrir todas sus necesidades esenciales.
Además indicó que apenas un 33% a escala nacional tiene empleo pleno y aquella cifra es menor en la ruralidad donde alcanza apenas el 17%, lo que quiere decir que 7 de cada 10 en el país y 8 de cada 10 en la ruralidad no tienen suficientes ingresos para vivir.