Sus dos hijos y esposa quedaron desprotegidos, mientras se exige justicia para que el caso no quede en la impunidad
Luego de 18 días de movilizaciones los moradores de la parroquia de San Antonio, al norte de Quito, siguen temerosos luego del asesinato de su vecino Eduardo Íñiguez quien dejó a su esposa y a sus dos hijos. Este hecho fue denunciado por las Organizaciones de Derechos Humanos que han venido alertando sobre las vulneraciones de los derechos de los manifestantes por parte de la fuerza pública durante el paro nacional.
Incluso, la Alianza por los Derechos Humanos ha publicado un informe donde se levantan las vulneraciones cometidas durante el paro y que han sido corroboradas por sus profesionales. El documento levanta los contextos de cómo los reclamos sociales fueron escalando mientras el Gobierno implementó una política de represión ante el aumento de violencia.
El informe publicado por la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos, INREDH, ha señalado lo siguiente sobre la muerte de Íñiguez: «Un solo disparo por arma de fuego, el cual ingresa en la región clavicular derecha y sale por la región escapular izquierda, hacia la parte posterior de la espalda. Una sola laceración del pulmón derecho, otras lesiones menores al nivel de la cabeza, una herida. Fractura de los huesos propios de la nariz.”
Esto según la información levantada por el Dr. Freddy Herrera – Médico especialista en medicina legal de la Fiscalía General del Estado. (posesionado como médico legista por parte de la FGE). Y la Dra. María José Andrade – Médica legista del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. (posesionada como médico legista por parte de la FGE).
¿Quién era Eduardo Íñiguez?
Íñiguez era un padre responsable, buen amigo y compañero, asegura su familia, que dice estar profundamente agradecida con los vecinos de San Antonio quienes han sido muy generosos con ellos desde el momento que se conoció sobre el asesinato.
La esposa de Íñiguez narra que el gas proveniente de las bombas lacrimógenas que lanzaban los militares ese día para dispersar los cortes de vía, afectaba al interior de los hogares incluso sus niños tuvieron molestias, picazón y ardor en sus rostros dentro de su propia casa. Asegura que su esposo al notar todo eso “salió a ver qué ocurría” y nunca más regresó.
Íñiguez salió a recorrer su barrio porque circulaban videos en redes sociales donde podía notar la desesperación por parte de sus vecinos ante la represión militar. Así que tomó impulso, y salió a la calle.
Eduardo Íñiguez estaba desempleado desde el inicio de la pandemia, buscaba en el trabajo informal llevar algo a casa para poder alimentar a su familia y conseguía esporádicamente actividades en los alrededores del barrio con lo que reunía algo para poder pasar el día.
¿Qué exige la familia?
Justicia es la palabra que desborda en las paredes de la familia Íñiguez cerca de la calle 13 de junio y Misión Geodésica en San Antonio… La hermana de Íñiguez, Nancy, dice estar molesta con las acusaciones por parte de las autoridades en torno a que los manifestantes serían criminales. Por tanto, exigen que esto no quede impune.
No saben que son los “Pikachu”, no han escuchado de una banda criminal así en sus calles, saben que la inseguridad los golpea como a muchos puntos del país, lastimosamente. Pero no entiende de dónde vienen esas acusaciones.
Y es una declaración que ha corrido por los hogares de San Antonio, no saben el porqué del Gobierno en instalar una declaración de tal magnitud, sin ni siquiera tomar contacto con los familiares o solidarizarse por su irreparable pérdida.
Los moradores de San Antonio, siguen atónitos luego de este hecho. Denuncian así mismo que el desempleo, el abandono y la falta de oportunidades los obligó a salir a las calles.
La versión del Gobierno: Una emboscada con rockets caseros
El Gobierno Nacional luego de conocerse el asesinato de Eduardo Íñiguez, indicó mediante declaraciones del Canciller Juan Carlos Holguín que, en la parroquia de San Antonio, operaba una banda criminal llamada los “Pikachus”, sin presentar ninguna prueba.
Según la versión de los militares, alrededor de 17 miembros resultaron heridos en la emboscada que habría sido organizada por esta banda criminal. Los uniformados caminaron en medio de los ataques de disparos al cuerpo con rockets y explosivos caseros. También indicaron que los uniformados ayudaban a trasladar alimento y donde resultaron atacados más de 100 militares.
Ese violento incidente se cobró la vida de Eduardo Íñiguez, con un disparo en su pecho. Fiscalía ha indicado que investiga los hechos. Según los moradores los militares habrían disparado al ciudadano mientras la fuerza pública asegura que no han usado ningún arma.
🎥#Exclusiva | Familia de Eduardo Íñiguez, asesinado durante el #ParoNacional, en el enfrentamiento entre moradores de la parroquia de San Antonio y militares, pide justicia. "A Eduardo lo mataron, él no murió con ninguna enfermedad", reclaman. ⬇️https://t.co/ShLQ8s1EPl
— Radio Pichincha (@radio_pichincha) July 20, 2022