La radiografía más completa y actual sobre los fondos de salud y pensiones, de la seguridad social, pronostica que 2020 es el inicio de un período crítico.
Punto Noticias: La situación actual del sistema de seguridad social evidencia que el mismo no prestaba las condiciones para afrontar los impactos de una pandemia. Según dos estudios realizados en el mes de mayo del presente año por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) referente a los fondos de salud y pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social – IESS, la situación del sistema nacional de seguridad social era grave aún previo a la emergencia sanitaria, la pandemia por el COVID-19 agudizó el escenario.
Los estudios realizados sostienen que solamente el pago de las obligaciones estatales pendientes garantizaría la estabilidad de los seguros de salud, invalidez, vejez y muerte.
Según las proyecciones de la OIT, los ahorros que sirven para pagar las jubilaciones se terminarán en 17 (2037) o 20 años (2040) siempre y cuando el Estado cumpla con su aporte del 40%. La primera cifra es en un escenario negativo de lenta recuperación y la segunda en uno positivo de rápida recuperación.
Además en junio de 2020, un grupo técnico e independiente conformado por expertos integrantes de la mesa de estudios para la seguridad social preparó un informe con respecto a la grave situación del IESS.
Jorge Madera Castillo, integrante y coordinador de la Mesa de Seguridad Social, con respecto a los fondos de seguridad social afirmó que estos han disminuido. «En este momento no es solamente una cuestión de disminución y agtamiento de los fondos sino tambien ya entramos en un problema de liquidez», señaló Madera.
El escenario futuro es complejo según el informe ya que si no se toman los correctivos necesarios de manera inmediata no será posible cumplir con los pagos de la seguridad social más allá de los meses de septiembre u octubre.
Según la OIT, durante los meses de marzo y abril se ha registrado una disminución de la población activa total de 112.083 afiliados, y además prevé una reducción de la masa salarial del 17%.
El impacto sobre el empleo provocado por la emergencia sanitaria ha generado múltiples complicaciones para el sostenimiento de la seguridad social y, la reacción gubernamental, no ha sido oportuna para dar solución a esta problemática.
Actualmente se necesitan más recursos para pagar a los jubilados, sin embargo, según datos del Ministerio del Trabajo, más de 180 mil personas han perdido sus empleos durante la pandemia y dejaron de aportar al IESS.
El escenario actual del régimen de pensiones por invalidez, vejez y muerte del IESS provocaría que los fondos se terminen antes de lo previsto. Así, la situación financiera del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social se agrava cada vez más. (C.D.A.)