Mark Esper ha marcado distancias con el presidente y ha aclarado que no está a favor de invocar la Ley de Insurrección.
Punto Noticias: El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, se desmarcó este miércoles 03 de junio de 2020 del presidente Donald Trump al rechazar el despliegue del Ejército para contener la «espiral violenta» desatada por la ola de protestas contra el racismo en el país norteamericano.
“No apoyo la invocación de la Ley de Insurrección”, ha dicho en declaraciones a la prensa, “estas medidas solo deberían utilizarse como último recurso y en las situaciones más urgentes y extremas. No estamos en una de esas situaciones ahora”, afirmó Mark Esper
Esper ha manifestado que esta ley, que se remonta a principios del siglo XIX, alegando que si son necesarios refuerzos para contener las protestas «la Guardia Nacional encaja mejor» a nivel interno.
Trump advirtió el lunes 01 de junio que recurriría al Ejército para frenar el «vandalismo» si los gobernadores de los Estados, competentes en esta materia, no lo logran con sus propias fuerzas policiales y con el despliegue de un ejército de reservistas que dependen de ellos.
Esper dijo que «como ex soldado, ex miembro de la Guardia Nacional, y secretario de Defensa», pensaba que esa medida «solo es aplicable en situaciones de máxima gravedad y urgencia». Para Esper, «ahora no estamos en una de esas situaciones». Inmediatamente, los soldados empezaron a salir de Andrews, de vuelta a sus bases en Nueva York y Carolina del Norte.
El presidente Trump ha enarbolado con fuerza la bandera de la “ley y el orden” en este conflicto y, con su amenaza sobre las fuerzas armadas, ha tropezado, como refleja la discrepancia pública del secretario de Defensa de Estados Unidos.
La decisión de Esper es un enfrentamiento directo entre el secretario de Defensa y el presidente, Donald Trump, que el lunes había declarado que estaba dispuesto a enviar soldados para «dominar» la situación. Los mensajes del jefe del Estado y del Gobierno en la red social Twitter han sido muy claros. «Muchos arrestos. Fuerza arrolladora. Dominación», tuiteó tras el despliegue de la Guardia Nacional en Washington el lunes, tras una noche en la que un helicóptero del Ejército se situó, en una peligrosa maniobra, a apenas 20 metros sobre un grupo de manifestantes en el barrio de Chinatown para dispersarlos con el viento generado por sus rotores.
Poco después, Trump escribió: «¡Lo mejor está por llegar!». Este miércoles, el presidente ha llamado a los manifestantes violentos «asesinos, terroristas, incendiarios, anarquistas, macarras, matones, saqueadores» y afirmó que «he hecho más por nuestra población negra que ningún otro presidente, con la posible excepción de Abraham Lincoln», que abolió la esclavitud.
Nadie sabe las razones del cambio de actitud de Esper. El secretario de Defensa acompañó al presidente en su paseo a la iglesia de St. John’s, que está frente a la Casa Blanca y había sido incendiada por los manifestantes, donde Trump se hizo una foto con la Biblia. Igualmente es llamativo el anuncio de las Fuerzas Armadas de que las autoridades militares no están supervisando el despliegue militar en Washington, dado que en la noche del lunes, cuando la capital se convirtió en una batalla campal, el jefe del Estado Mayor, el general Mark Milley, apareció en las calles de la ciudad vestido en uniforme de camuflaje y declaró: «Protegemos la ley y el orden”. (C.D.A.)
FUENTE: El País