Hoy en el caso “Danubio” la misma fiscal dice que no puede moverse por meros titulares, pero antes sí lo hizo.
Ramiro Aguilar, exasambleísta y analista político, destacó que el precio de Diana Salazar para llegar a Fiscal General del Estado fue condenar casos políticos, lo que se evidencia en los procesos contra Rafael Correa, Jorge Glas, Paola Pabón o Virgilio Hernández.
Manifestó que a pocos días de concluir su administración, Salazar ha decidido ser cumplidora de la ley y ante la Comisión de Fiscalización menciona que no tiene pruebas para abrir una investigación previa contra quienes están vinculados en el caso “Danubio”, por tráfico de influencias, pues no se puede mover por meros titulares.
Cuestionó que paradójicamente la Fiscal no abre procesos contra el círculo del Gobierno de Guillermo Lasso, cuando anteriormente casos como “Arroz Verde” se iniciaron por publicaciones en medios de comunicación.
“En esa condición casi silvestre a veces se le chispotea cosas y eso que se le chispoteo puso en evidencia la persecución política contra el correísmo”.
Aseveró que con el 80% de desaprobación, Guillermo Lasso demuestra que nunca pudo superar ese único 20% de soporte que obtuvo en la primera vuelta, sin embargo así llegó al poder y en medio de su administración ya hay un daño irreparable, contra los adversarios, que se viene arrastrando desde el régimen de Lenín Moreno.
En ese contexto resaltó que el Ecuador ya no cae en esos mitos de corrupción aupados por medios corporativos, que intentan meter odio en la gente: “Hoy la señora Fiscal no sabe cómo salirse de su propia trampa y queda en estado silvestre”.
Aguilar puntualizó que todos los días hay un nuevo escándalo que le revienta al Gobierno, uno de ellos que involucra a Fabián Pozo, secretario jurídico de la Presidencia, quien tiene relación de sociedad con un abogado que tuvo fuerza de llevarle a la directora de la Aduana a una reunión particular en la embajada de Estados Unidos.
Mencionó que casualmente Pozo es esposo de Ana Belén Cordero, vicepresidenta de la Comisión de Fiscalización, donde se investiga el caso Danubio en el que también está involucrado su pareja.