Así como queda ahorita cualquier discurso de promesa del Presidente de la República en el marco del 24 de mayo, queda como letra muerta, agregó.
Caroline Ávila Nieto, doctora en comunicaciones, investigadora y catedrática universitaria, indicó que si bien no es la primera vez que la gestión política y comunicación del Gobierno, lastimen la credibilidad del presidente de la República, Guillermo Lasso, el anuncio de la venta del avión resulta raro y hasta atípico porque quien sale a desmentir es su homologo, Iván Duque, lo cual eleva la gravedad del caso.
“El caso es grave porque son dos Presidentes que están en un dime y direte, debido a que salen las disculpas y admisión de errores provoca que no se eleve a mayores está situación”.
Insistió en que no alcanza con hablar de error de comunicación para esta circunstancia, porque es una frontal mentira, aunque también reconoció que no se trata de que el mandatario ecuatoriano le mienta a los ecuatorianos de manera deliberada pues es demasiado frágil hacerlo: “Ahí hay descuido enorme de quienes trabajan en este proceso como la empresa Inmobiliar y los gestores de país a país. Alguien se entusiasmó e hizo entusiasmar al Presidente y colocan en los medios de comunicación un tema que no fue contrastado”.
En todo caso, mencionó que lo anunciado en el problema radial es solo la punta del iceberg pues de trasfondo se encuentra la desesperación de llegar al Informe a la Nación, del 24 de mayo, con algo más que la vacunación.
“Hay una lectura que supera la comunicación y el Gobierno necesita poner las barbas en remojo y poner más seriedad en lo que hace (…) Ahora el que gestiona el programa radial le toca desconfiar de lo que le digan o informen e incluso hacer un doble check para dar paso a los anuncios”.
Reiteró que la noticia golpea los resultados del informe, pues si bien la visita a Israel podía amortiguar la gestión al hablar de acuerdos en materia de seguridad, el anuncio de la venta del avión Presidencial a pocos días del suceso, pone en tela de duda lo que se diga: “Los que escriben el discurso deben estar cambiando párrafos, poniendo textos donde se puedan reforzar los logros con toneladas de verdad.
Resaltó que el Gobierno necesita reforzar credibilidad poniendo con datos y hechos concretos en donde no exista menor duda de los resultados conseguidos, para así agarrar una base y arrancar hacia promesas: “Pero así como queda ahorita cualquier discurso de promesa queda como letra muerta”.