Escuelas, colegios y universidades tuvieron un recorte significativo en los últimos años.
A pesar de que la Constitución en su artículo 357 manda que el Estado garantizará el financiamiento de las instituciones públicas de educación superior; y, en la Disposición Transitoria Decimoctava, asignará, de forma progresiva, recursos públicos del Presupuesto General del Estado para la educación inicial básica y el bachillerato, con incrementos anuales de al menos el cero punto cinco por ciento del Producto interno Bruto, hasta alcanzar un mínimo del seis por ciento del PIB, el Gobierno de Lenín Moreno no cumplió este mandato.
Hasta este 2020, según algunas publicaciones, el presupuesto para Educación llega al 3,63% del PIB, mientras que otras, más optimistas, dicen que es del 4,78%. En ninguno de los casos se cumple el 6% que ordena la Carta Magna.
En 2018, el presupuesto fue de 5.234 millones de dólares, incluidas las universidades, que recibieron 1.382 millones de dólares. Al Ministerio de Educación le correspondió 3.851 millones. Se denunció un recorte del 6.5%.
Para 2019, el monto destinado a universidades y politécnicas pasó a 1.297 millones de dólares. Es decir, 85 millones menos que el año anterior.
En tanto, para el Ministerio de Educación hubo una reducción del 6.5%, pasando de 3.851 millones a 3.602 millones de dólares.
En el presente año 2020, según las cifras subidas a su portal, el presupuesto para el Ministerio de Educación es de 3.784 millones y para educación superior 1.248 millones de dólares.
El Plan de Presupuesto 2020, del Ministerio de Economía y Finanzas, estipuló, para las universidades, un recorte de 83 millones de dólares, a principios de año. Nuevamente, en mayo, hubo otro recorte de 98 millones de dólares, aduciendo la crisis sanitaria. En total, en lo que va del año, 181 millones de dólares. A pesar de que el presidente Moreno juró que no tocaría los recursos de la educación.
Los recortes presupuestarios generaron despidos de docentes. El coordinador de la Red de Maestros del Ecuador, Agustín Lindao, denunció que el Gobierno de Lenín Moreno quitó 300 millones de dólares al sistema educativo y despidió alrededor de mil profesores.
Otros mil maestros, del Servicio de Atención Familiar para la Primera Infancia (SAFPI), fueron desvinculados, dejando a más de 19 mil 500 niños sin esta oferta académica.