Más de 250 mil personas se movilizaron en el Reino Unido en rechazo a la primera visita del presidente estadounidense, Donald Trump, al país. Una movilización que generó el repudio del mandatario que no se sintió bien acogido.
De allí viajó a Finlandia, más concretamente a su capital, Helsinki, donde se reunió con el presidente ruso, Vladimir Putin.
“Creo que el mundo quiere que nos llevemos bien”, anunció Trump. “Somos las dos grandes potencias nucleares. Tenemos el 90% de las armas nucleares, y eso no es algo bueno, es algo malo. Espero que podamos hacer algo al respecto, porque no es una fuerza positiva sino negativa”, explicaba en su modo llano de comunicación, el empresario norteamericano.
Hablando esta mañana, Trump también dijo que espera mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia.
El presidente estadounidense llegaba predispuesto a mejorar la relación entre ambos países, “llevarnos bien con Rusia es algo bueno, no algo malo”, expresó.
Las movilizaciones en su contra, también tuvieron lugar en Helsinki, donde se plantaron 300 carteles en la ruta que llevaría a los dignatarios del aeropuerto al hotel donde se reunieron. Fundamentalmente, los críticos, plantearon la falta de libertad de expresión en Rusia y Estados Unidos.
Desde el Partido Demócrata han intentado boicotear esta cumbre, ya que consideran que Putin intervino de manera ilegal en las elecciones de 2016 para favorecer al candidato republicano. Una investigación del fiscal especial Robert Mueller señala a doce miembros de una agencia de inteligencia rusa de haber hackeado emails y redes informáticas de la campaña de Hillary Clinton, del Comité Nacional Demócrata y del Comité de Campaña del Congreso Demócrata.
Al respecto, Trump aseguró que Putin negó su relación con todo esto y que para él, “eso era suficiente”. En una conferencia de prensa posterior al encuentro, confirmó la invitación del líder ruso para que los investigadores de Mueller, vayan a trabajar directamente a Rusia para realizar las pesquisas. “No creo que quieran ir”, anticipó Trump, que parecía descartar la posibilidad de colaboración.