Nacido en 1955 en Loja, estudió música en el Conservatorio Nacional, en la École Normale Supérieure de Musique de Paris, en la Manhattan School of Music y Columbia University de Nueva York.
Punto Noticias.- El ecuatoriano Diego Luzuriaga es una voz única. La fuerza de su música proviene de sus ritmos andinos y su abierto lirismo latinoamericano. Desde el comienzo del milenio su obra ha sido, en su mayoría, para la voz: cantatas, ópera, canciones de carácter popular o en el borde entre lo popular y lo lírico.
Siendo compositor y poeta, sus palabras musicalizadas gozan de intensidad, naturalidad y durabilidad. Y este miércoles 25 de mayo, será la presentación de su poemario “¡Viva el delirio del poeta!”, en el Incine, a partir de las 18:00. Para conocer más sobre su producción literaria y musical, Radio Pichincha conversó con el autor.
¿Cómo inició a armar el libro?
El poemario lo vengo escribiendo desde hace unas dos décadas. O quizá cuatro décadas, porque este poemario es una especie de antología de las letras de canciones que he escrito desde hace cuarenta años. Pero he escogido más canciones recientes y canciones sueltas.
¿Cómo fue el proceso?
Me senté a escoger las canciones que me parecían que tenían más chances de sobrevivir en una página blanca, sin música. Ninguno de estos textos fueron escritos como poemas, sino como letras sobre una música que había compuesto yo antes.
¿Cómo nació la idea de unir la música con la literatura en su caso?
Fue un proceso lento. Escribía versos desde mi adolescencia. Y solo volví después, cuando ya me convertí en compositor y comencé a escribir cantatas o ciclos de canciones con mis propias letras. Al comienzo escribía, en manera conjunto, la letra y la música. Pero en la última década, lo que hago es componer la música y solo después, cuando ya tengo una melodía que me satisface con sus armonías, me sentaba a poner palabras dentro de ese molde de música.
¿Qué es ser letrista?
Es una profesión que en Ecuador no existe, aunque debe haber. Pero letrista es una persona que recibe una melodía y le pone letras. En mi caso, yo mismo hago las dos cosas.
Usted estudió en la universidad una carrera para ser músico. En el caso de la literatura, ¿también hizo estudios?
Yo creo que no hay que ir a la universidad para ser poeta. Yo creo que el poeta es un ser sensible, el que puede identificar esos mitos fundamentales que el ser humano tiene y los presenta de una manera que llega a las fibras más profundas del corazón.
¿Qué les recomendaría a los nuevos músicos del Ecuador al momento de componer las letras de sus canciones?
El cancionero ecuatoriano es variado. Los mejores pasillos, que son antiguos, fueron aquellos compuestos sobre poemas de la Generación Decapitada, por ejemplo. Pero también hay el otro lado. Hay muchas canciones con letra insustancial, que no merece ser dicha ni cantada. Hay ciertas canciones que han cumplido una función. Por ejemplo, la música bailable: canciones que son hechas con cierto ritmo, que tienen la función de hacer mover a la gente. Y, claro, la letra tiene una función limitada. A veces puede ser buena. Pero hay el otro tipo de canción, también, que te puede hacer pensar. Y te hace emocionar por su música y su contenido.
¿Cuáles son sus músicos preferidos?
Chico Buarque es un gran cantautor. Él es compositor, cantante y escritor. Ha escrito varias novelas. Está también Caetano Veloso. De España me gusta Joaquín Sabina, el gran poeta. Y no se diga, Joan Manuel Serrat. Ellos son poetas. Joaquín Sabina ha escrito literatura. Escribió el libro “Ciento volando de catorce”, que son cien sonetos. Y eso no lo hace cualquier cantautor. Es muy respetable.
¿Qué libro recomendaría leer?
Solo quisiera recomendar uno: “Don Quijote de la Mancha”. Es un libro que a todos nos enseñan en el colegio. Nos hacen leer un par de capítulos. Y pasa la vida y uno no lee porque no hay tiempo. Y, bueno, cuando yo lo leí, vi ahí una novela moderna. Cervantes habla ahí de él mismo. El Quijote comenta sobre el autor. Y es para la juventud un excelente libro.