El socialcristiano, de 33 años, creció en una casa en donde siempre se ha hablado de política. En la universidad se dio cuenta de que además de las Leyes, le apasiona ese mundo.
A las 06:00 de este miércoles 17 de mayo del 2023, Esteban Torres recibió una llamada telefónica de Virgilio Saquicela. Hasta entonces la conversación era entre el presidente y el vicepresidente de la Asamblea Nacional. Le anunció que en una hora se difundiría oficialmente el decreto 741, a través del que Guillermo Lasso activaría la muerte cruzada y disolvería al Legislativo.
El socialcristiano, de 33 años, relató que hizo múltiples llamadas, una de ellas a su padre Luis Fernando Torres. La muerte cruzada era una carta que podía jugar el mandatario; estaba prevista, únicamente no sabían cuándo la activaría, apuntó Esteban Torres. Incluso les habían contado que la noche previa, luego de su intervención en el Pleno, por el juicio político, Lasso habría grabado la cadena nacional, que se emitió esta mañana.
Esta mañana, Calmado, sin corregir cuando se le llama exasambleísta, Esteban Torres repitió que aún hay que ver si el decreto 741, de muerte cruzada, prospera. «Si eso pasa, habrá elecciones y lo más probable es que yo sea candidato», adelantó. También que espera que su líder, Jaime Nebot, tercie por la Presidencia de la República.
A Torres le gusta ejercer como abogado litigante, también desempeñarse como profesor universitario. Pero admite que su pasión es la política; lo supo hace más de 10 años. Ocurrió entre 2011 y 2012, cuando fue elegido presidente del gobierno estudiantil de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
¿Heredó de su padre el gusto por la política? Luis Fernando Torres fue diputado y alcalde de Ambato. Así que sin dudar, Esteban Torres responde que claro, que en los almuerzos siempre se ha hablado de política en su casa. Su tío bisabuelo, José Arcadio Carrasco Miño, fue senador, diputado y exalcalde; su abuelo también dirigió el cabildo en esa ciudad. Del lado materno, por los Cobo, también hay exalcaldes.
Cuando Esteban era un niño, acompañaba a su padre a recorridos y reuniones relacionadas con el mundo de la política, durante los fines de semana. Así, por ejemplo, acudió a inauguraciones de obras. Cuando era adolescente, en el 2007, estuvo con su padre y otros diputados, en una cita con Gustavo Larrea, ministro de Gobierno del expresidente Rafael Correa.
Luis Fernando Torres fue uno de los 57 diputados destituidos de sus cargos porque quisieron que decisiones en torno a la consulta popular, que daría paso a la Asamblea Constituyente, pasara por el Congreso.
En diciembre 2018, al haber sido suplente de su padre, que decidió terciar otra vez por la alcaldía de Ambato, llegó a la Asamblea Nacional. Entonces fue criticado por haber ‘heredado la curul’. Pero en 2021 ganó las elecciones y regresó al Legislativo. Ha tenido intervenciones polémicas, relacionadas sobre todo con su posición conservadora frente a temas como el aborto por violación.
«Sí hubo el aire de que yo era un ‘hijo de papá’, de que llegué sin méritos. Pero he logrado destacarme«, dice Esteban, apodado Baby Torres. Incluso la genial caricaturista Vilma Vargas casi siempre lo dibuja con un pañal. Él resalta que ha ganado experiencia y ha crecido en este terreno, tanto que fue elegido vocal del CAL con 118 votos y el domingo 14 de mayo, llegó a la Vicepresidencia de la Asamblea, «con la votación más alta de la historia», repite.
Esteban Torres ha tenido una vida muy diferente a la de la mayoría de ecuatorianos. Así por ejemplo, su deporte favorito es el tenis; se graduó de abogado en la USFQ, la universidad más cara de Quito. Siguió una maestría en la Queen Mary University, de London. Pero en estos meses se ha mostrado más cercano a lo que vive la ciudadanía más vulnerable, ha encarado al presidente Guillermo Lasso, a quien respaldó en las elecciones presidenciales.
Ayer, en medio de su interpelación en el juicio político, Esteban Torres le recordó a Lasso que no ha promovido el empleo y que ha provocado el éxodo de jóvenes. En el banquillo de los acusados puso al que denominó «un gobierno lento e ineficiente que dijo que no subiría los impuestos y lo hizo, que no ha invertido en seguridad».
«No es difícil conectar con las mayorías, si uno sale de la burbuja, en la que se puede estar por razones económicas o sociales. Pero, si uno quiere hacer política desde la burbuja va seguro al fracaso. He tenido la sensibilidad de ver lo que está pensando la persona de a pie, así me he conectado con esas realidades».
Quizá por eso -anota Esteban Torres- dentro de un círculo social quiteño se ha generado algo de rechazo hacia él. «No entienden cómo alguien de ellos puede tener un discurso con raingambre popular. Yo me he conectado con esas realidades, me importan realmente esas expectativas de la gente».
El electorado que votó por Esteban Torres también apoyó a Lasso. Ahora en redes sociales le dicen «correísta», que su partido no es el Social Cristiano sino el Social Correísmo. «Me dicen de todo. Pero no he cambiado ni he sacrificado mis banderas, soy un conservador. En la política se requiere ponerse en los zapatos del otro, del adversario político y lograr consensos. ¿Por qué no tener votantes de izquierda y centro izquierda?».
Al final del día evaluó con él lo sucedido en la
sesión 872, de ayer. «Sé que muchos me critican, no entienden por qué alguien de 33 años tiene un papel, por así decirlo estelar. La fuerza de las dos interpelaciones, de Viviana Veloz (UNES) y mía movió el escenario de los votos». E hizo que en Carondelet se decida emitir el decreto de muerte cruzada, considera.
Esta mañana, también su madre Susana Cobo le pidió, como siempre, que se cuide. Es el único de tres hijos que decidió optar por la política. «Están preocupados por mi seguridad, pero no me voy a exponer como un loco; no me enfrentaría a mil militares. Vamos a ver si el decreto (741, que dio paso a la muerte cruzada y a la disolución de la Asamblea) prospera«. Baby Torres espera seguir en la política hasta que su apodo pierda vigencia (MRCH).
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