El BCE espera que la economía caiga entre el 7% y 9%, eso traerá repercusiones en términos de empleo, trabajo e inversión.
Andrés Mideros, decano de la facultad de economía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, indicó que tras un estudio realizado por esa Institución de Educación Superior se determinó que tras el aislamiento por el Covid19 y las medidas económicas que se han tomado, la pobreza pasará del 25% al 28% y 29%, es decir casi un millón de personas se sumarán a ese quintil.
El experto indicó que las estimaciones de la PUCE dan cuenta de que en el momento del aislamiento, un 66% de personas se quedaron sin flujo de ingresos lo que quiere decir que 6 de cada 10 personas vivían con menos de USD85 dólares mensuales: “Ahora que se abra y empecemos a reactivarnos, de todas maneras se espera que en temas estructurales la pobreza incremente”.
Explicó que el Banco Central del Ecuador incluso ha informado que espera una caída del 7% y 9% del PIB, lo cual traerá repercusiones en términos de empleo, trabajo e inversión y por ende en la calidad de vida de las personas: “Ahí debemos poner atención que pasa porque la gente tenga un trabajo y pueda adquirir bienes y servicios para satisfacer sus necesidades”.
En ese contexto, Mideros mostró preocupación sobre las medidas de austeridad anunciadas por el Gobierno Central, ya que se insiste en el recorte al gasto público y al de inversión, poniendo en riesgo la salud, educación, inclusión social, seguridad y además frenando el crecimiento.
Negociación de la deuda
El docente resaltó que la asesoría que brindarán los exministros Fausto Ortiz y Augusto de la Torre, es una clara señal de quiénes son los que marcan la agenda del Gobierno y que los bancos internacionales necesitan de una opinión externa a la del régimen dada su falta de credibilidad dentro del país.
“Hay dos personas que irán a negociar de la República del Ecuador sin ninguna responsabilidad y eso es preocupante, porque deberían contratarles, y luego habría que preguntarse el rol del ministro de Finanzas”.
Indicó que el hecho de buscar asesoría externa es reconocerse como un gobierno débil: “Pero debe darse responsabilidades legales y administrativas de dos personas que serán voceros y negociadores”.