Con este antecedente el presidente depuesto de Bolivia explicó que «el 9 de noviembre un militar recibió una oferta de 50.000 dólares» a cambio de entregarlo, en tanto el político agradecía, apenas llegó a México, a su gobierno por «salvarle la vida».
El mandatario depuesto de Bolivia declaró en el aeropuerto mexicano «estoy muy agradecido con el Gobierno de México porque me salvó la vida. El 9 de noviembre un militar recibió una oferta de 50.000 dólares a cambio de entregarme», a donde llegó como asilado político.
El equipo de seguridad de Morales le mostró grabaciones con ofrecimientos de dinero en efectivo para entregarlo a sus enemigos políticos, indicó el mandatario sudamericano asilado, sobre esa información, luego del golpe de Estado en su contra.
«Mientras tenga la vida, seguimos en política, sigue la lucha, y estamos seguros que los pueblos tienen todo el derecho de liberarse. Pensé que habíamos terminado con la opresión, la discriminación, la humillación, pero surgen otros grupos que no respetan la vida y menos a la patria», afirmó.
Insistió en que «será parte de las luchas ideológicas, programáticas, culturales y sociales. Hermanas y hermanos, si algo de delito tengo, que es indígena Evo», en Bolivia habrá paz solo cuando haya «justicia social».
Su renuncia al cargo fue para que «no haya más hechos de sangre y enfrentamientos», aseguró, «no es este golpe de Estado lo que me va a hacer cambiar de opiniones políticas».
Luego de su exposición a la prensa, Morales partió junto al canciller mexicano Marcelo Ebrard; el Gobierno mexicano, por seguridad no dio la información de dónde se alojará el presidente boliviano y sus colaboradores.
Fuente: Rusia Today