Los extrabajadores piden pagos por su trabajo en plan de viviendas del Estado ecuatoriano en La Maná.
Punto Noticias: Con carteles en mano, decenas de personas entre extrabajadores y proveedores solicitan al Gobierno el pago por su trabajo en el proyecto estatal Casa para Todos que se ejecuta en La Maná, cantón de Cotopaxi.
Los perjudicados, decidieron como medida radical tomarse las instalaciones donde se construyen las viviendas, pero resaltan que los reclamos por su dinero empezaron en marzo pasado. Los extrabajadores se turnan para hacer guardia en el lugar, ya que, según ellos, hace algunos días varios de los beneficiarios de las casas pretendían instalarse en los domicilios.
El proyecto tiene un avance del 90%, solo falta culminar conexiones de aguas servidas, «no es justo que los beneficiados tampoco puedan ocupar sus casas, pero por otro lado nosotros necesitamos nuestro dinero”, dijo uno de los extrabajadores, al advertir que analizan una huelga de hambre si no hay solución.
Los valores pendientes mantienen a los trabajadores con más deudas con terceros por servicios de alimentación y arrendamiento de casas para la estancia de varios obreros.
Álvaro Guamán, contratista de la obra indicó que la falta de pago se presentó meses antes de que se ponga en marcha la liquidación de la Empresa Pública Ecuador Estratégico. “Estoy esperando se me cancele la última planilla presentada en la empresa pública, con esto se podrá cancelar a exempleados y proveedores”, dijo.
Walter Vargas, subcontratista de mejoramiento de suelo, manifestó que en representación de varios colaboradores pide la cancelación de $47 000 de unos $170 000 que servirán para cubrir los haberes. “Desde hace un año presenté mi planilla y nada.
Mario Comina, de la organización Migrantes de La Maná, que agrupa a varios obreros, refirió que aún los pagos son inciertos y que varios trabajadores han pedido dinero prestado para volver a sus hogares y otros ocupan las casas para seguir el reclamo.
Ramón Moreira, quien reside en Santo Domingo de los Tsáchilas, laboró como albañil cinco meses en la obra y ahora ocupa una de las viviendas, al igual que Rodrigo Contreras, quien viajó desde Esmeraldas para trabajar como pintor.
Sheyla Cárdenas, quien posee discapacidad visual de más del 50% también pide la cancelación de $2.000. Desde que empezó a ejecutarse el proyecto, montó su tienda con el fin de generar ingresos y acomodó su casa para arrendarla. (C.D.A.)
FUENTE: El Universo