Por Andrés Luna Montalvo
“El único medio que le queda a Loor es Twitter porque ni siquiera está en el país hace dos meses y está dirigiendo todo a control remoto”. El misil es de Francisco Egas, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y va teledirigido hacia Miami, donde Miguel Ángel Loor se encuentra mientas la Fiscalía del Ecuador formula cargos contra él en un presunto caso de defraudación tributaria denunciado por el Servicio de Rentas Internas (SRI).
Loor fue el personaje elegido por la mayoría de clubes de fútbol para dirigir a la inestable LigaPro, que nació de la noche a la mañana en 2018 para poder cobrarle los derechos de transmisión a GolTv cuando Abdalá Bucaram Pulley impidió que ese negocio lo hiciera Carlos Villacís, por dos décadas vicepresidente de Luis Chiriboga en la FEF. Ex dirigente de Barcelona, Loor dice ser uno de los “que más declara en el país”, incluso ha declarado más impuestos de lo que el SRI aduce que adeuda, $ 7,47 millones de dólares, lo que revela que a sus 39 años ha acumulado una de las mayores fortunas del Ecuador.
Su disputa con Egas recrudeció cuando Loor apoyó el “Golpe de Estadio” que el directorio de la FEF le dio para removerlo, se trataba de seis miembros (de nueve) que acusaban a Egas de no esclarecer la contratación de Jordy Cruyff, gobernar por su cuenta e incluso faltarles el respeto, gritos y golpes de mesa de por medio. Jaime Estrada fue un efímero presidente de la FEF y Loor le dio la bienvenida con foto de trabajo presumida en redes sociales. Egas contragolpeó en Conmebol, donde ahora es vicepresidente y está más fuerte que nunca, mientras Estrada y Loor miran de reojo la puerta de salida del fútbol ecuatoriano.
Esta semana el Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Guayaquil favoreció al Banco Pichincha, propiedad de Fidel Egas, tío de Francisco, en un proceso por presunto incumplimiento de contrato de auspicio por parte de LigaPro: $ 6 millones de dólares, una herida de muerte para esta organización. La ruptura publicitaria con el banco del Grupo Egas se dio, a decir de Loor, por el apoyo brindado a Estrada en la remoción de Egas, “algo de eso había en el comunicado que nos mandaron del banco”. Todo esto se desborda en el contexto de continuar o no con GolTv como dueño del campeonato profesional masculino de fútbol, pues la FEF no participa en nada de esa transacción y con motivo de la deuda hay quienes han manifestado la opción de devolverle el campeonato a la FEF y que sea ese organismo, otra vez como lo hizo Chiriboga en 2013, el que vuelva a negociar esos derechos, un acuerdo que pone sobre la mesa entre 100 y 120 millones de dólares.
Lucha de titanes, mientras a GolTv lo respalda la facción de clubes liderada por Nassib Neme, Egas tiene en su mesa chica a Michel Deller y Esteban Paz. En el fuego cruzado la primera línea se compone de los periodistas que respaldan o dependen de uno y otro bando, e incluso de los aficionados que apoyan ciegamente a los equipos de fútbol a quienes estos personajes representan o peor aún, de quienes peligrosamente reducen al conflicto como un sierra vs costa, cuando en realidad es gente de negocios queriendo hacer lo que más sabe mientras reparte puñaladas. Aunque el panorama es y seguirá siendo convulsionado, el deporte ecuatoriano sale ganando, pues al tener bandos enfrentados no hay punto débil de ninguno que se esconda y las máscaras han caído al piso.