Estos pagos se habrían dado con la finalidad de adjudicarse un contrato de USD 20 millones por una consultoría relacionada con la gerencia del Metro de Quito.
La Fiscalía Anticorrupción de España inició una investigación por el pago de presuntos sobornos por parte de un consorcio de empresas españolas para conseguir la adjudicación de un contrato por una consultoría del Metro de Quito. Según la información preliminar, se habrían pagado al menos USD 1.2 millones por este contrato y la denuncia la habrían presentado algunas personas que estaban involucradas directamente en este caso.
Esta diligencia ya fue admitida por la Audiencia Nacional y se citó, para el próximo 3, 4 y 5 de mayo, a nueve personas, como imputados, entre ellas a varios empresarios que habrían participado en los sobornos.
De la misma manera, estas diligencias ya fueron asumidas por el responsable del Juzgado Central de Instrucción Número 1, quien acordó ya los primeros procedimientos a raíz de la denuncia presentada por la Fiscalía Anticorrupción.
Las primeras diligencias dan cuenta de que el grupo de compañías, del que formaba parte Prointec —la filial de ingeniería de Indra— Bustren y KV Consultores pagó USD 1.2 millones por un contrato de asesoramiento para la construcción del Metro de Quito.
La teoría del Ministerio Público es que los sobornos se dividieron en pagos más pequeños para pasar inadvertidos. Primero se habría entregado un “abono inicial” por más de USD 300.000 y, luego de esto, se habrían entregado apoximadamente 24 pagos por USD 35.000 cada uno.
Su destinatario fue uno de los hijos de Gonzalo Alonso Martínez, cónsul honorario de Ecuador en Madrid, quien, según las sospechas, creó una sociedad ficticia solo para recibir el dinero.
Jesús Miguel Trabada, responsable máximo de Bustren, la compañía que lidera el consorcio, estaría en el centro del escándalo, según medios españoles.
Trabada fue consejero delegado de Metro de Madrid entre los años 2003 y 2011 y desde allí pudo conocer al detalle los planes del Municipio de Quito sobre el proyecto del Metro e incluso se habría reunido con el alcalde de aquella época para informarse mejor.
Para 2013, la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito, que entonces tenía como gerente general a Edgar Jácome Zambrano, puso en marcha una licitación para contratar la gerencia del proyecto.
Trabada firmó un contrato privado con responsables de Prointec y KV Consultores para formar un consorcio y presentar una oferta al Municipio de Quito. Así surgió la sociedad ecuatoriana Consorcio GMQ, integrada por las empresas antes mencionadas, menos Bustren, ya que no cumplía con los requisitos mínimos de antigüedad.
Sin embargo, en el contrato privado quedó reflejado que Bustren, la empresa de Trabada, acumularía la participación principal, con un 80 %, mientras que las otras dos disfrutarían de un 10 % cada una.
Fuente: El Confidencial – Europa Press