Por: Andrés Luna Montalvo.
Tras una larga suspensión provocada por la pandemia, con bombos y platillos se anunció el regreso del fútbol profesional en Ecuador. La alegría para los aficionados fue efímera: la mayoría no accedió al canal para poderlo ver. Nuevamente las controversias con la multinacional dueña de los derechos de transmisión terminaron por afectar a los ecuatorianos que siguen el torneo masculino, y esto se está volviendo un problema frecuente y a la vez intolerable.
“Tuvieron 5 meses, por qué no llegaron a un acuerdo”, se pregunta el aficionado Hugo Cifuentes en Twitter, quien cuenta que hace una semana contrató GolTV en HD y para el viernes se lo quitaron. “CNT dejará de transmitir los partidos del campeonato Ecuatoriano de Fútbol debido a incumplimiento de contrato por parte de GolTV”, disparó el jueves la operadora del Estado, alertando que una ola de “deserciones” se desataría horas después; “Nos encontramos revisando temas de orden contractual con el programador GOL TV” anunciaron TV Cable y Claro minutos antes de reanudar el torneo. Ninguna de las tres transmitió al Barcelona, el equipo con más seguidores del país, que le encajó un gol al Orense.
El problema consiste en la repartición de los porcentajes. El dinero que exige GolTv para que los operadores de televisión pagada puedan difundir su señal sería “inviable” para las empresas ecuatorianas. La Asociación de Cable Operadoras del Ecuador pidió públicamente a GolTV “eliminar la intermediación que, sin agregar valor alguno, encarece los costos injustificadamente”. Cerca del 70% de aficionados en Ecuador no pudieron seguir las acciones del campeonato que tanto les promocionaron.
Como “campañas de desprestigio” respondió tardíamente GolTV, luego de que su señal se mirara por Cable Unión y sobre todo por DirectTv, curiosamente la primera empresa a la que se le generó un conflicto con la televisora uruguaya y soportó la presión de sus abonados que no contaban con este canal a inicios del 2018. En un país arrasado por la pandemia, donde únicamente el 17% de ecuatorianos tendrían empleo adecuado y en donde las empresas de televisión de pago incluso han exonerado de cobro por tres meses a sus clientes, con tal de que no cancelen de forma definitiva el servicio, se suma esta pugna de derechos, una historia de exclusiones y privatizaciones para la que Ecuador no termina de estar preparado.