Se cumplió un mes desde el asesinato de Henry Quezada, una de las víctimas mortales del paro nacional. Murió en el Arbolito, parque que se ha convertido en un emblema de la protesta social en Quito desde octubre del 2019. Sus familiares, consternados, exigen justicia ante un Estado que ni habla de los muertos.
Henry era un amante del rock, de los discos de acetatos y de las causas sociales. Ahora, dolorosamente, se ha convertido en una de las víctimas del paro nacional. Lo mataron por una laceración de los pulmones por perdigones.
Nació en Quito el 29 de octubre de 1982, hijo de Ernesto Quezada y Victoria Espinoza también era estudiante del Instituto Nacional Mejía. Colegio conocido por su incidencia en los reclamos populares en la capital.
Su familia apenas tiene voz para narrar cómo perdieron al sostén del hogar, como una madre sigue esperando la llegada de su hijo. Henry era más que un manifestante, era un ciudadano que desde su nacimiento fue crítico con las desigualdades que no sólo golpean al Ecuador sino a la región.
Durante el 2002 dejó el país como miles de ecuatorianos debido a la crisis económica que vivía en ese momento el Ecuador. Junto a su hermana, Jeanneth Quezada, se radicó en Londres durante 11 años.
Al cumplirse un mes de su asesinato, sus familiares, sus amigos y conocidos lo recuerdan más que nunca como un hombre que siempre buscó alcanzar la igualdad, brindar ayuda a los más necesitados. Además, sentía una gran empatía con el movimiento indígena, su historia, sus causas y sus luchas.
¿Quién era Henry Quezada?
Henry era estudiante del Instituto Nacional Mejía, colegio conocido por su incidencia en los reclamos populares en la capital.
Uno de sus amigos más cercanos, Paúl Ramos, estuvo junto a él ese día en el Arbolito donde también los acompañaba otro amigo de Henry, en total estaban los tres. No era el plan ir a la protesta, querían festejar el Inti Raymi, querían celebrar junto al movimiento indígena su histórica tradición.
Así lo relata Paúl, con su pelo largo y con su voz aún incrédula de lo que narra “Estábamos los tres, íbamos a ir a la U. Central a festejar el Inti Raymi, pero todo había cambiado de un rato al otro y fuimos para el Arbolito”, asegura Paúl.
También recuerda cómo se conoció con Henry “Nos conocimos en un bar de acetatos en el sur”, recuerda, asimismo que: “La música nos unió”. También detalla que compartían el mismo estilo de música, y les gustaba entonar canciones con mucha fuerza.
Una familia destrozada
Su madre sorprendentemente sin rencor en su corazón, exige que no manchen la memoria de su hijo. No entiende como un día que parecía ser común cambió por completo su vida.
“Dice mami ya regreso, yo aún no hacía el almuerzo y me dijo que le guarde que no se demoraba”, asiste su madre. Con el corazón devastado y una mirada que busca a su hijo asegura que no entiende cómo en minutos su vida cambió por completo “dijo ya regreso para la merienda y hasta ahora no regresa”, narra Victoria.
Solidario, generoso, y amiguero, apegado a las raíces y a la tradición local. Así lo describe su hermana. También una persona contestataria a la inequidad y crítica a los Gobiernos de turno.
Con la colección de discos de Henry, su bici y sus recuerdos cuenta cómo encontró ese fatídico día a su hermano. “Yo dije aquí vamos a morirnos todos, al mismo tiempo dije no me importa porque moriré con mi hermano, me daba pena mi mamá. No podía creer tanta crueldad contra el pueblo”, comparte Jeanneth.
Hay ocho familias que lloran las muertes de sus familiares en el contexto del paro nacional que paralizó al Ecuador por primera vez en su historia por 18 días… La crisis carcelaria, la emergencia en la salud, la pobreza, el desempleo entre otros temas abaten a este país andino ubicado en la mitad del mundo. Los familiares de las víctimas exigen justicia ante un estado que hasta el momento ni ha hablado de los muertos.
Informe de Organizaciones de Derechos Humanos
Durante el paro nacional varias Organizaciones de Derechos Humanos han denunciado sobre las vulneraciones de derechos durante el paro nacional. Uno de los recientes informes de la histórica Organización de Derechos Humanos, INREDH, publicó los contextos de los asesinatos de varios ciudadanos durante el contexto de las movilizaciones.
El informe revela que: “De 29 años de edad, falleció el 23 de junio de 2022, el décimo primer día del paro nacional indefinido, dentro del contexto de movilizaciones sociales, falleció en los alrededores del parque El Arbolito, su cuerpo tenía varios impactos de perdigones en el área del tórax y abdomen”.
Además, señala que se encontró: “En el examen externo múltiples orificios de entrada de proyectil de arma de fuego múltiple, en definitiva, son perdigones, son esferas metálicas que miden alrededor de 2 a 3 milímetros de diámetro, todas tenían el mismo tamaño, al momento que penetran el cuerpo se deforman, algunas están como láminas”.
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