Ahora estamos viendo una maniobra más del Gobierno para tratar de evitar la caída escandalosa de los números en la consulta, agregó Jarrín.
El abogado Fausto Jarrín se refirió a la decisión de la Corte Constitucional de destituir a los siete consejeros de Participación Ciudadana y Control Social por incumplimiento de sentencia. Subrayó que pese a ello, Hernán Ulloa le permitió al Gobierno ganar tiempo, en caso de que gane el SI en la consulta popular.
“Si gana la consulta estas autoridades quedarán prorrogadas, hay una carrera contra el tiempo, más allá de mi confianza en la ciudadanía en relación al NO”.
Consideró que la Corte sentó un precedente con su dictamen, pues no hace diferencia entre quienes actuaron como mayoría con los de minoría e incluso hace un análisis del último mes de gestión de Ulloa y quienes lo acompañaron como María Fernanda Rivadeneira, Francisco Bravo e Ibeth Estupiñán.
Recordó que esos cuatro consejeros, destituidos con anterioridad por la Asamblea Nacional, se mantuvieron en el cargo por decisión del juez Ángel Lindao, quien ha devuelto bienes a los narcotraficantes, ha liberado a sicarios y ha atentado a la independencia de funciones.
“En eso la Corte debió ser más estricta porque hablamos de un juez que hace lo que le da la gana con la Ley y la Constitución”.
Criticó que entre las decisiones de la Corte se resuelva dar seguimiento del cumplimiento del dictamen después de las elecciones, dando por hecho de que no se instalarán los suplentes y que se vendrán otras decisiones.
“Yo de la Corte esperaba más, pero empezando por saber que es la Corte del Trujillato, que le dio aval a Lasso para impulsar la consulta, entonces juega a proteger el legado de Trujillo”.
Jarrín puntualizó que Ulloa, al parecer, ya le estorbaba al régimen porque su cargo se estaba ejerciendo sobre la sentencia de un juez salpicado de corrupción, por lo que ahora el país es testigo de una maniobra del Gobierno para tratar de evitar la caída escandalosa de los números en la consulta popular.