Assange compareció en este primer día de juicio para convencer a la Justicia británica de que rechace extraditarlo.
Punto Noticias.- El proceso de extradición a Estados Unidos de Julian Assange, fundador del portal WikiLeaks, por presuntamente difundir información confidencial de ese país en 2010, empezó este lunes 24 de febrero de 2020, en el tribunal Woolwich Crown Court, al sureste de Londres.
Assange – detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, contigua al tribunal – compareció en este primer día de juicio para convencer a la Justicia británica de que rechace extraditarlo. Durante esta semana, el tribunal escuchará los argumentos de las partes y aplazará el juicio hasta el 18 de mayo para examinar las pruebas. La decisión final sobre la extradición podría tardar meses.
Uno de los abogados que representa a Estados Unidos en este proceso, James Lewis, aseveró que el periodismo no puede servir de excusa para vulnerar la Ley y poner en peligro la vida de personas que han ayudado a Occidente. «La defensa sugiere que se ha exagerado el riesgo que corrieron los informantes cuyas identidades fueron difundidas. Pero me gustaría recordar a la corte que estas personas estaban pasando información de regímenes como Irán y organizaciones como Al Qaeda», aseguró. Sin embargo, el letrado admitió que la Fiscalía no podía demostrar que alguna de esas personas resultara dañada como resultado de las filtraciones.
La falta de pruebas fue resaltada por el actual director de WikiLeaks, Kristin Hrafnsson, quien aprovechó uno de los recesos para asegurar a la prensa que Washington no había presentado «nada nuevo» en el primer día del caso. El periodista irlandés alertó que no es Assange quien está sentado en el banquillo de los acusados, sino el periodismo y la libertad de prensa.
Por su parte, el exjuez español, Baltasar Garzón, presente en el juicio como coordinador del equipo de defensa de Assange, afirmó que «les ha dado igual que se produjera o no una violación de derechos. Les ha dado igual todo. Solo les importaba que quedara claro que se había ignorado la legislación estadounidense. El problema es que se está acusando a alguien que ni es estadounidense ni fue la fuente directa de la filtración”.
Sentado en la sala, vestido con un traje gris, Julian Assange escuchó la argumentación del abogado. Poco antes del primer receso, quiso dar las gracias a sus seguidores, a los que se escuchaba desde el interior de la sala, pero a la vez, pidió que cesaran las manifestaciones de apoyo. «Me cuesta concentrarme y todo este ruido no ayuda. Entiendo y aprecio los apoyos públicos. Comprendo que les asquee todo este proceso», expresó, antes de que la jueza Vanessa Baraitser le quitara la palabra y exigiera que se dirigiera al Tribunal a través de su abogado.
Julian Assange fue detenido en 2010 en el Reino Unido a petición de Suecia, por un caso de presuntos delitos sexuales que ya está archivado. Ha pasado los últimos diez años confinado, primero bajo arresto domiciliario y después refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, hasta que este país le retiró el exilio en 2019 y fue arrestado por la Policía británica y llevado a Belmarsh.
El pasado mes de mayo, Estados Unidos pidió a Londres su extradición por 18 presuntos delitos de espionaje y conspiración para cometer intrusión informática. Si es declarado culpable, puede ser condenado a 175 años de cárcel. Washington considera que Assange conspiró con Chelsea Manning, la soldado estadounidense que filtró gran cantidad de cables diplomáticos confidenciales del Gobierno de ese país.
Fuente: Deutsche Welle (DW) / El País / Prensa Latina.