El gobierno español está haciendo todo lo posible para evitar que se realice el referéndum independentista en Cataluña, pero no es el único referéndum que genera intranquilidad.
El próximo lunes está previsto que se realice en Kurdistán un referéndum para que la población kurda decida si quiere conformar un país propio o si seguirá formando parte de otras naciones.
Los gobiernos de Iraq, Irán y Turquía ya le exigieron a las autoridades del Kurdistán iraquí que cancelen la votación separatista o llevarán adelante medidas sancionatorias.
Es difícil imaginar qué más se le puede hacer al pueblo kurdo, perseguido en Turquía, Iraq y también en Siria. Sin embargo, las tres cancillerías firmaron esta amenaza conjunta realizada en una reunión al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas que se realiza en Nueva York.
La argumentación del comunicado se aferra al temor de que la secesión de Kurdistán debilite la lucha contra el terrorismo del Estado Islámico. Un frente de combate en el que los kurdos están implicados de manera determinada, no solo en Iraq, sino también en Siria, donde combaten en alianza con el ejército sirio y la Coalición Internacional.
En Erbil, la capital kurda, el asesor presidencial en la región autónoma iraquí, Kifa Sinyari, informó que las autoridades están dispuestas a aplazar el referendo si se garantiza al pueblo kurdo que podrán independizarse en el futuro.