Punto Noticias.- La analista internacional, Grace Jaramillo, conversó sobre las medidas migratorias que impulsa la administración de Donald Trump. Recientemente, se produjo fuertes reacciones en Estados Unidos y a nivel mundial por la separación de hijos de sus padres en la frontera entre Estados Unido y México.
Jaramillo consideró necesario poner un contexto. Las familias centroamericanas han llegado de manera permanente a Estados Unidos desde el 2015. El primero que trató de detener esta oleada fue Barack Obama, pero le fue muy mal, dijo la analista. “Él creó los primeros centros de detención y deportación expedita, pero el resultado fue aún peor porque las familias empezaron a mandar a sus hijos pequeños solos, creyendo que Obama no los iba a rechazar”.
Cuando Trump llega a la presidencia, la disuasión fue inmediata y las familias detuvieron esa oleada migratoria, explicó Jaramillo. Eso al menos se detuvo por un año, pero este año el proceso recomenzó, dijo. “Porque la ola de violencia en estos tres países centroamericanos (Guatemala, El Salvador y Honduras) no ha parado. Hay un agravante, se peleó Donald Trump con México”. Entonces, México dejó de estar interesado en ayudarle a Estados Unidos, “y la ola (migratoria) comenzó a dispararse”.
Trump no tiene contemplaciones, su agenda presidencial –si acaso la tiene, dijo la invitada- “es acabar con la migración ilegal de cualquier tipo, especialmente de México”. Trump, entonces, ordenó a su sistema de migraciones, “detener a todos, tanto a los que están adentro de Estados Unidos como a los que pasan la frontera y separar a las familias como elemento disuasivo”.
Esa política no escrita, “a puerta cerrada de su gabinete, se volvió un escándalo internacional”, dijo la analista.
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