Indicó que, ahora, se pasa, en temas laborales, de la fábrica, empresa u oficina a la casa o teletrabajo.
Punto Noticias. Fernando Carrión, el académico urbanista y asesor del Municipio de Quito, cree indispensable que se empiece a discutir el Código del Trabajo con el paso de una ciudad física a la “teleciudad”, término que surge por la pandemia del COVID-19, debido a los grandes cambios que atraviesa la sociedad en temas comerciales, laborales, económicos y sociales.
Explicó que el tratamiento de la pandemia tiene varios enfoques. Quienes pusieron énfasis en el tema económico como Estados Unidos o Brasil, y tuvieron resultados nada positivos, mientras que otros países se enfocaron en lo sanitario, pero tampoco han tenido una respuesta que se esperaba.
Considera un error plantear una sola política para combatir la pandemia en todo el planeta. Para América Latina, dijo, plantear el quédate en casa revela y agudiza aún más la crisis de la región. “No se puede quedarse uno en casa en un cuarto con 3 o 4 personas donde duermo, como y estudio”, ejemplificó.
En Lima, dijo, solo el 21% de la población de bajos ingresos tiene acceso a la refrigeradora. “Con esto, no se puede decir quédate en tu casa y luego estigmatizar y decir que es indisciplinado porque la casa, para esa gente que es casi el 45% de la población de América latina, se vuelve la calle por ser su sala, su refrigeradora la tienda y también su trabajo.
Explicó que existe una transición de la vulnerabilidad en la pandemia, de los países ricos versus América Latina. En Italia, dijo, el promedio de fallecidos es de personas de más de 83 años, mientras que, en América Latina, los sectores más afectados son los populares, más allá de la edad.
Por ejemplo, dijo, la población más afectada en Guayaquil fue de los 20 a los 49 años; es decir, la gente que trabaja en la calle. “Quien vive en la parroquia de Tarqui, sector popular, tuvo la mayor incidencia de contagio como de letalidad”, afirmó.
Calificó un “shock urbano” el momento que vive el país y el mundo. Explicó que son hechos que marca un punto de giro. Como en la economía, los shocks económicos son propuestas políticas que buscan liquidar el modelo de bienestar del estado. En el caso de la ciudad, son ciertos momentos, por ejemplo, los de octubre o en la región todos los estallidos sociales que se dieron fueron shocks fuertes que desestabilizan la ciudad, generan problemas sociales y políticos.
Con este shock urbano, mencionó, provocado por el COVID-19 espera que surja un nuevo urbanismo para mejorar también las condiciones sociales, pero cree indispensable empezar a debatir sobre el paso de una ciudad material física a una ciudad virtual que se está construyendo. “El salto tecnológico que ha dado la sociedad en estos meses es de 7 u 8 años”, agregó Carrión, al señalar que, con esto, entra en cuestionamiento si, por ejemplo, los centros de convenciones tienen algún sentido ahora.
Indicó que en la “Teleciudad” se pasa, en temas laborales, de la fábrica, empresa u oficina a la casa. “El trabajo va entrar en la lógica de Uber o ARBNB”, dijo el urbanista, al mencionar que estas plataformas han modificado la relación de trabajo. “Uber no es dueño de un solo y ARBNB no tiene un solo cuarto, son plataformas”, dijo Carrión, quien cree que, entre otras razones, el país debe discutir el actual Código de Trabajo.
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