Una economía en ON es que un ciudadano pueda llegar a un hospital público y pueda recibir atención adecuada y medicinas o algo tan básico como sacar una cédula sin que se convierta en un calvario, agregó
Carlos de la Torre, exministro de Finanzas, destacó que para la mayoría de ecuatorianos es claro y palpable la falta de empleo, el desabastecimiento de medicinas en hospitales públicas e incluso el aumento de la pobreza extrema en dos dígitos, por lo que no se puede asegurar que hay una reactivación.
Lamentó que el Gobierno haga una mala lectura de ventas para intentar demostrar una supuesta mejora en la economía.
Explicó que la cifra brindada por el ministro de Finanzas, Pablo Arosemana, de USD120.000 millones en ventas, no reflejan una recuperación económica, sino que los bienes y servicios se han encarecido por efecto inflacionario.
“Entonces no es que se vende más, sino que es más caro”
De otro lado, detalló que después de tocar el fondo del abismo con la pandemia, el siguiente paso era ir hacia arriba: “Pero no es que se ha puesto la economía en ON como dice este Ministro COOL, asegurando una reactivación, porque no hay ninguna gestión en ese sentido”.
Manifestó que la “muletilla” de “ya mismo llegan los resultados” no funciona cuando no se ve gestión de por medio: “A la gente no le gusta que le vean la cara”.
“Una economía en ON es que un ciudadano pueda llegar a un hospital público y pueda recibir atención adecuada y medicinas o cosas tan simples como sacar una cédula sin que se vuelva un viacrucis”.
En cuanto a la pobre ejecución del presupuesto de los Ministerios, De la Torre mencionó tres factores que pueden incidir.
- Se falló en la configuración del presupuesto general del Estado.
- Que los recursos no estaban presupuestados y por eso no hay ejecución porque no había dinero.
- Que no es por falta de dinero, sino que en lugar de entregarle presupuesto a los ministerios, lo están acumulando en reservas internacionales.
Sobre el tercer punto indicó que quienes resultan favorecidos son los tenedores de deuda, quienes están vinculados a la banca nacional.
Puntualizó que en época de pandemia los bonos bajaron de precio y muchos inversionistas aprovecharon para adquirirlos a fin de revenderlos con utilidad.
“Esto favorece a los especuladores ecuatorianos para garantizarles el repago de bonos y que puedan vender a mucho más de lo que les costó”.
El economista subrayó que aquello evidenciaría una caja fiscal que no gasta en función del cumplimiento del presupuesto general del Estado y más bien busca acumular saldos en el Banco Central para que se inflen las reservas.