El Tribunal Constitucional de Chile refrendó este lunes la legalidad del proyecto de ley que despenaliza el aborto en el país en tres causales.
De esta forma el tribunal rechazó los dos recursos que habían sido presentados por senadores que se oponían al proyecto de ley y buscaban mantener la prohibición del aborto bajo cualquier circunstancia.
“Despenalizar la interrupción del embarazo en estas tres causales es una base de protección y dignidad para cada una de nuestras compatriotas”, declaró la presidenta Michelle Bachelet, que se mostró muy satisfecha de la decisión de los jueces.
En 1989 durante la dictadura de Augusto Pinochet se reescribió la constitución que continúa vigente y la que había prohibido la interrupción voluntaria del embarazo.
El centro de estudios Cadem realizó una encuesta que demostró que el 71 % de la población chilena considera que el aborto debe ser legal en el caso de violaciones, cuando la salud de la madre corre peligro por el embarazo o cuando el feto es inviable.
Numerosas organizaciones defensoras de los derechos de la mujer celebraron que el Tribunal Constitucional no se haya alineado con los sectores más conservadores de Chile.
“Nos alegra muchísimo este dictamen. Este fallo en definitiva lo que hace es sacar a Chile de una vez por todas de la lista del grupo de la vergüenza que todavía criminalizaba el aborto sin ninguna excepción”, le dijo Ana Piquer, directora ejecutiva de Amnistía Internacional, a Reuters.
EFE relevó las declaraciones de la Mesa de Acción por el Aborto “este es un hito histórico que responde a la lucha de las feministas, de las mujeres y de las organizaciones de derechos humanos”, aunque advirtieron que esta discusión “no se termina aquí”.
Fue necesario consensuar un proyecto de ley tibio para que pudiera aprobarse y dejar atrás el oscurantismo de las leyes de Pinochet. Chile podrá ahora comenzar a discutir sobre normas democráticas que amplíen derechos para todos y todas.