Editorial de Radio Pichincha
Ya no sabemos cuándo termina este Gobierno y pasamos a otra cosa. No solo cansa, sino que entristece que todos los días don Guillermo nos obligue a hablar de lo que hace, mejor dicho de lo que hace mal, a diario, como si fuese ya normal que un mandatario, con la peor calificación entre todos los presidentes del continente, siga fallando a sus mandantes.
Países con graves dificultades, como bloqueo económico o secuelas de las guerras y la violencia social, están mucho mejor que Ecuador. Solo dos ejemplos: los mandatarios de todos los países de Centroamérica están mejor calificados que don Guillermo. Y también el presidente de Venezuela, tras varios años de bloqueo y con la confesión de Donald Trump que todo el ataque fue para quedarse con el petróleo venezolano.
¿Imaginemos por un momento que a Ecuador le bloquearan todas sus cuentas y le incautaran su petróleo? En menos de un mes estaríamos aniquilados.
Y, por si fuera poco, con la inseguridad crónica que vivimos el “héroe del Cenepa”, el general de las derrotas electorales, gran amigo de don Guillermo, como gran estratega se retira de la primera batalla y se va a remojar barbas en su cuartel de invierno. Sí, se va como si hubiese dado la batalla de todas las batallas y mereciera una medalla y descansar con todos los honores.
¿Qué hizo en menos de tres meses? ¿Cuáles son los resultados concretos, palpables, medibles y que pongan en alguna perspectiva de solución? Nada, CERO, NINGÚN RESULTADO. Pero ya se fue. Así como ese amigo del barrio que para no meterse en la bronca y defender a los amigos, dice, como si nada, que en la casa le esperan para la cena y deja a sus amigos a expensas de la otra pandilla del barrio.
Y, sin vergüenza alguna, don Guillermo además nombra a la señora Belén Cordero, a tres meses de terminar su mandato, como secretaria Anticorrupción. La misma señora que tiene a su esposo en la secretaría jurídica de la Presidencia. ¿En dónde quedó esa frase célebre de don Guillermo de que no se podía tener parientes en el gobierno? ¿Eso no es corrupción? La señora Cordero va a combatir la corrupción empezando por ella, seguramente. Es decir, como es un acto falto de ética al primer día de asumir el cargo, debería renunciar y decir que da ejemplo en su lucha contra la corrupción.
Pero no todo termina ahí. Don Guillermo, tan leal con sus amigos, tan bondadoso y benefactor, le da un cargo a Guadalupe Llori, en una institución amazónica, que parece que ahora solo sirve para el clientelismo político.
Y por eso decimos que ya no da rabia, da tristeza, da grima, da congoja y hasta desolación tener que hablar de las barbaridades diarias de las decisiones de un Presidente con pocas luces, de la misma estatura intelectual y cognitiva que el Hijo Bobo, uno de los Pelagatos o del apócrifo periodista que ahora quiere ser Presidente. ¡Ya nada! PUNTO