La crisis en el agro costeño, especialmente de los pequeños y medianos productores de arroz y maíz, fue la problemática que abordaron, este miércoles, los integrantes de la Comisión Legislativa de Fiscalización.
A esta mesa parlamentaria acudieron los representes de las diversas asociaciones de productores, el ministro de Agricultura, el director de la Unidad de Almacenamiento (UNA), el gerente general del BanEcuador, el director general del SRI, entre otros funcionarios.
Las quejas más recurrentes de los arroceros es que la UNA no está comprando el producto a los pequeños y medianos productores, pero sí a los grandes; asimismo, que el Ministerio de Agricultura no hace respetar el precio oficial de la saca de arroz, de 35 dólares 50 centavos, como señala Washington Núñez, de la Corporación de Arroceros del Ecuador.
El titular de la secretaría de Agricultura, Rubén Flores, explicó que no es él ni el ministerio a su cargo el que fija el precio, en este caso del arroz, sino los grandes productores, que distorsionan el mercado internacional porque subsidian la producción agrícola.
Alertó que un precio que no esté acorde con el mercado internacional sería perjudicial para los productores ecuatorianos; que sería un engaño poner un precio de 40 dólares, por ejemplo.
La asambleísta Marcia Arregui cuestiona la actuación del ministro Flores, de quien dice que no ha implementado políticas para solucionar la crisis de los arroceros, especialmente. Advierte que si las explicaciones dadas por el funcionario no convencen, solicitará el inicio de un juicio político en contra de este.
Pero no todos los agricultores criticaron al ministro de Agricultura; hay quienes, como Billy Mendoza, dirigente de la Corporación de Campesinos, consideran que Rubén Flores está terminando con la corrupción y ayudando a los pequeños y medianos productores agrícolas.