Michel Temer, el expresidente del Brasil, acusado de encabezar una organización criminal para quedarse con dinero del erario público durante cuarenta años, fue puesto en libertad en la tarde de ayer, luego de haber pasado menos de cuatro días en prisión.
El juez de segunda instancia, Antonio Ivan Athié aceptó el pedido de habeas corpus de la defensa del político y le otorgó la libertad aunque con un bloqueo de bienes por más de 16 millones de dólares.
Temer, de 78 años, había sido trasladado a Rio de Janeiro, donde avanza la causa por corrupción conocida como Lava Jato y junto a él, también fue liberado el exministro Wellington Moreira Franco, mano derecha del exmandatario en el partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Junto a Temer, habían sido detenidos otras cinco personas, las cuales fueron todas liberadas, incluido el coronel en reserva Joao Baptista Lima Filho, considerado el principal testaferro de los cientos de millones que se robó la organización criminal que dirigía el expresidente.
El juez consideró que hasta el momento las acusaciones solo se basan en “afirmaciones” y “suposiciones de hechos antiguos” que no ameritan la prisión preventiva, ya que no hay pruebas de que se estén ocultando pruebas u obstaculizando su armado.
Los crímenes de corrupción, desvío de fondos y blanqueo de dinero por los que se detuvo a los acusados, habrían ocurrido en 2014 a cambio de obras en la usina nuclear Angra 3, situada en el sur de Rio de Janeiro.