Se trata de una segunda acción de protección presentada a favor de los derechos del segundo grupo de abacaleros, vulnerados por la compañía Furukawa Plantaciones C.A del Ecuador y del Estado ecuatoriano.
Punto Noticias. Las historias de los abacaleros de Furukawa en la provincia de Santo Domingo, evidencia una serie de vulneraciones de los derechos laborales de los trabajadores. Esto, desembocó que las denuncias presentadas fueran calificadas por las organizaciones de derechos humanos como un “caso de esclavitud moderna”.
La abogada Alejandra Zambrano, miembro del Comité de Solidaridad de Furukawa – Nunca Más y amicus curiarie dentro de la acción de protección presentada por la Defensoría del Pueblo en favor de 218 abacaleros; cuenta que se esperaba la audiencia de apelación para el 6 de septiembre.
Sin embargo, se ha diferido por una demanda de recusación presentado por la empresa Furukawa en contra de Juez Patricio Calderón por falta de “imparcialidad”. La empresa sostiene que el Juez perteneció a la sala que resolvió la apelación del primer grupo de abacaleros el año pasado. Por tanto, en este caso tendría los mismo “intereses”.
🔴 Este martes 6 de septiembre se llevará a cabo la audiencia de apelación a la sentencia emitida por el Juez Stalin Brito, que negó la acción de protección por los derechos de 218 trabajadores y trabajadoras presentadas por la @DEFENSORIAEC en contra de Furukawa Plantaciones pic.twitter.com/DskLMpJ1k8
— Furukawa Nunca Más (@AbacaleroLibre) September 6, 2022
Para Alejandra lo que prosigue es que se compruebe las acusaciones en contra del Juez Patricio Calderón. La abogada, considera que lo denunciado por la empresa es improcedente ya que se debería acusar la participación del Juez en este proceso y no en otro. La empresa debe ahora comprobar los beneficios personales o económicos que el Juez tendría en este caso.
Desde la vocería de los abacaleros se dijo que:”Luego de un proceso que duró once meses, el día 05 de mayo de 2022, el juez Stalin Brito Centeno emitió su resolución oral en la que, sin mayor explicación, negó la acción de protección planteada indicando solamente que no se había podido demostrar la vulneración de los derechos constitucionales”.
Esta acción de protección presentada por la Defensoría del Pueblo sostiene que lo ocurrido los últimos años con los abacaleros configuraron: “Una forma contemporánea de esclavitud -servidumbre de la gleba- que vulneró los derechos a una vida digna, igualdad y no discriminación, prohibición de esclavitud y servidumbre en todas sus formas”, sostienen los abogados del Comité de Solidaridad de Furukawa.
Además, resaltan que también se vulneró la prohibición de trabajo infantil, seguridad social, vivienda adecuada, salud, educación, acceso a agua segura, alimentación adecuada e identidad.
Contexto sobre el caso de esclavitud moderna
El 15 de octubre de 2021, la Corte Provincial de Justicia de Santo Domingo de los Tsáchilas ratificó que la empresa Furukawa Plantaciones C.A. del Ecuador está obligada a reparar las graves violaciones a derechos humanos cometidas dentro de sus haciendas en Santo Domingo, Los Ríos y Esmeraldas, donde más de 1,200 personas campesinas de todas las edades han cosechado abacá por casi 6 décadas.
Este caso denunciado hace varios años, tiene profundas aristas para analizar como una Empresa puede provocar tanto daño a sus trabajadores.
Muchos de los trabajadores son afrodescendientes, con las manos lastimadas, con los pies cansados y la voz entre cortada. Pese ello, han venido narrando situaciones que es imaginable pensar que sigan ocurriendo, mantienen la esperanza de que algún día serán reparados.